18 de noviembre de 2010

¡Sonría por favor!

Me sé tantas anécdotas y tan pocas, la cuestión es de quién, claro...
Realmente, me gustan las bibliotecas y estudiar apuntes que luego no me aprendo hasta que acabaré por aprendérmelos, porque realmente, no me interesan demasiadas cosas...
Y bueno, soy un cobarde, claro está, pero al final, soy... no diría que agradable, pero entretenido sí, es lo que tiene estar loco o creerse que uno lo está, o que la gente crea que yo mismo lo creo, yo que sé, que eso, justo aquello que te venía contando, pilla demasiado lejos...
¿el qué?
La Facultad, claro está, me cansa tanto autobús, por eso no voy a clases, de verdad, que yo soy periodista, bueno, algo así, que no motivación, simplemente es... pesadez...
Ojo, no soy pesado, o al menos, trato de no serlo, lo que pasa que a veces soy extrovertido, aunque realmente, cuando sé que no hay nada que temer, el resto del tiempo, no... y bueno, puede ser que aparente tener dos caras, pero que va, realmente no, intento creerme que sí, intento comprarme una, pero al final la verdad cae por su propio peso, que es enorme, claro está...
Pediré algo ahora, todo homenaje queda cancelado, todo agradecimiento queda pospuesto, todo lo que pase por tu cabeza queda resulto, simplemente, detenme cuando coja carrerilla, simplemente, suelta una carcajada, me asustarás, porque suena a canto de vida, te lo digo yo, que lo sé muy bien, y luego, justo luego... ¿por donde íbamos? ah sí, yo un día me abrí la rodilla dándole una patada a un zumo pequeño, ¿la vida me castigó? No, que va, me enseñó a reir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario