19 de diciembre de 2011

Bajadas

Soy justo lo contrario al bueno de un novio, que llega el fin de semana y en lugar de darte más mimitos, te sermoneo, pero te prometo que entre semana, a mí lo que realmente me apetece hacerte es...uhmm, chuparme los dedos.
Eres esa pequeñita parte de mí que muchos no ven, que otros creen conocer, pero que sólo tú y yo sabemos lo que vale, lo mayor y jovencita que es, lo insoportable que se hace a veces, y lo mucho que vale la pena querer.
Tengo esos instantes de tensión, ese piropo bien guardado, esperando a ser regalado, cuando te falte un poquito de ánimo, porque no me da la gana de dejarte ir con una media sonrisa, no me apetece verte, notarte, sentirte ni siquiera un poquito de una mijita de mal, lo sabes, ¿verdad?
Que para mí no hay deporte nacional, que mi objetivo en esta vida es mira...tocar, mirar, tener ganas de ti, aprovecharme de la suerte que al conocernos los dos tuvimos, que vale, mira, te voy a decir algo con sinceridad...
Lo que me apetece ahora es hacértelas bajar...tú ya me entiendes, sonrisa picarona, manos a la cintura, te advierto que a lo mejor no sé bailar, pero escribir y acercarme a tus oídos, lo puedo hacer tan bien como el que más...

Sus...

¿Quieres saber qué es lo que pienso? Yo también quería saberlo, de verdad.
Querría encontrarle sentido a lo que pienso a ratos, a la persona a la que siempre termino volviendo, quiero apostar y acertar, quiero demostrarte que sigo ahí, que esto de aquí que ves es cien por cien real, sin adornos ni extravagancias, todo verdad, incluso con miedo.
Sobrevivir a la obviedad, afrontar mi realidad, dar la razón a lo evidente y dar de engañarme. Moverme porque tengo lo que quiero, y no por querer algo que no tengo, supongo que tú que lo ves siempre difícil, esto lo verás normal.
Se me hace imposible afrontar dosis de realidad como las que a veces me suministras sin pensar, se te hace difícil pensar que te puedo replicar, acostumbrada como estás a ser la princesa en esta historia. No te reprocho nada, nada hay que reprochar, yo he aprendido de ti mucho, tú de mí espero que hayas aprendido algo más que las tonterías que te enseño cuando me apetece trasnochar.
Simplemente me gustaría saber,conocer que podría tener si me arriesgo a perder lo que tengo, si supiese lo que viene después, no sería yo, pero sería ideal que pudiese serlo, ¿no?

12 de diciembre de 2011

Pirámide invertida

Quiero tatuarte a bocados mi nombre en el trocito que va del ombligo al paraiso, queriendo hacerlo a oscura, muy suave, despacito. Quiero que rompas tus labios de sentirte afortunada, quiero que cuando te bese, me beses como si a nuestro alrededor el mundo se acabase. Dime que quieres, chica afortunada.
Que sé que te sobra la ropa, que en invierno te asfixias, que los bikinis te agobian, que tu apellido es atrevida, que me provocas soplándome al oído, que me derrites mirándome un momento, que somos dos tontos muy tontos que no saben que hacer porque empiezan a ser dos viejos aburridos.
Aburridos de probar cada día una nueva manera de darle meneos a la cama, de despertar de madrugada al pobre vecino, aburridos de tener la vida más alucinante que con 20 años se puede tener, dispuestos a llevar a la realidad versos que deberían ser prohibidos, encantados del color verde con que cada noche nos teñimos. 
¿De verdad te has creido que estamos aburridos? Estamos encantados de habernos conocido, de haber pasado de extraños a amigos, de amigos a follamigos, y de eso, a actores de una película llamada destino.

8 de diciembre de 2011

Tempos

Esa sensación de vacío que asfixia, esa falta de respuestas a preguntas cuya respuesta no sabes si quieres saber. Ese saber sin saber si estás en lo cierto. La falta de fe en uno mismo, en tus acciones, tu pasado, tus decisiones, lo que ha hecho de tí lo que eres. Resulta increible que llegues a dudar de ti, sobre todo cuando lo primero en quién te gusta dudar es en si acertaste o no al elegir.
La falta de inspiración en el momento adecuado, la mente en blanco cuando el momento está más claro, la irritabilidad cuando la ignorancia deja de ser virtud para ser condena, la falta de paciencia cuando la respuesta está escrita pero aún no te llega. Resulta que sabes eso, que conoces el error, que puedes evitar la amargura, pero prefiere sufrir dudando, que actuar como un cubito de hielo.
Y al final eres ese cubito, pero jodido, porque te derrites por algo que no sabes si es el sol o el mero paso del tiempo, la lluvia en los cristales de la típica canción romántica...o la pasotería que más de uno se pone de traje.
Total, que al final, lo que quieres saber, lo sabes, el problema viene cuando tal vez lo sabes demasiado tarde.

4 de diciembre de 2011

Diciembre caluroso

Morderme las uñas, pellizcar cojines y alargar tres veces tres la alarma de las tres. ¿Llegar tarde? Tanto no.
Excentricidades controladas, pero tú.
El ideal griego reconvertido a la chica guapa de peli americana que no soporto y que me quiero comer. Los dedos inquietos que me ponen de los nervios al jugar. Maldita sea la sonrisa que me corta por la mitad como cuchillo en mantequilla. Eres tú, tururú, pequeñita, que te quiero comer, que te lo digo una y otra vez, entérate.
Cambiar de orden la habitación, pero no desordenar, sino darle a cada sitio una nueva utilidad. Nada de besos en el portal, en las farolas o en el bar, los besos en la cocina, justo antes de cenar, cenar pensando en otra cosa, pero no cenar en el sofá.
Sofá lo siento chico, pero te vas a ensuciar, tapate los ojos, cierra tus oídos, porque ella y yo vamos a disfrutar, vamos a ser niños grandes con la inocencia del chaval.
Ir calentando el ambiente, prometer que no se pasará frío aunque sea Navidad, llegar al truco final, sacar del frigorífico las pillerías, la nata y fresas que esta mañana compré. Vete quitando la ropa, que nos empieza a sobrar, yo tengo tanta calor como hambre, y encima tú eres de las que siempre quiere más.
Cierra los ojos peque, los vecinos nos van a oir gritar, se van a morir de envidia, porque ellos no tienen postre, y nosotros tenemos postre, merienda y si nos quedan labios, hasta eso me tomaré para cenar.

1 de diciembre de 2011

El agua que se dispersa

Terrorífica fue la tormenta que me vió nacer a primeros de abril. Nací convertido en agua, con la levedad de aquel que huye de sus fantasmas, con la terquedad de aquel que sigue atado a los mismos sueños desde que tiene cinco añitos. El ruido siempre me acompañó, mi voz siempre me disgustó pero al mismo tiempo no podía evitar tenerla siempre en mente, como un azote para una humanidad que no podía permanecer indiferente, yo no podía consentir que si yo caía el resto del mundo no lo notase. Siempre fue así, el deseo de quemar un árbol en una centella fue el recurso, el as en mi manga por si la situación se ponía oscura.
Porque podía conseguir tanto y tanto que ni siquiera con bastante me conformaba, porque sabía que en los días de tormenta debía aprovechar mi fortaleza para romper a llorar, para purificarme y reestructurar mis prioridades, pero al final, todo es más complicado de lo que puede parecer.
Y por momentos me alcé, como una estatua de hielo, imposible de hundir, imposible de romper, digna del reflejo de unos rayos de sol que merecidamente me había ganado, pero siempre tenía un sueño repetido. Me derretía, me dispersaba, me perdía entre la avaricia de ser el Todopoderoso, y me doy miedo ahora, escuchando como no hablo, simplemente es música lo que suena, y me frustra saber que en mis manos sigue habiendo poder pero que ahora el mundo es otro, y si algún día pude cambiarlo, ahora no encuentro las fuerzas para hacerlo...aunque jamás dudé de que las tengo.

29 de noviembre de 2011

Saltando el tabú

Existía hace...no, no, espera, mañana habrá una fiesta, una gran cantidad de parpadeos sorprendidos levantarán aire, y se notará en las ventanas de un primer piso que no volverá a pasar frío nunca más.
Unas manos que nadie verá harán la cama, apagarán las luces, encenderán la música y orquestarán a los grillos. El olor a tortilla, a un buen plato de pasta con orégano y un poquito de vino endulzarán el pasillo que une no sólo la cocina y el salón, sino los sueños a la realidad.
Allí ocurrirá, algo se moverá, nadie cenará esta noche, se cancelarán las invitaciones, y de pronto.
Golpe seco, y una silla al suelo, se rompe también un vaso, y se escuchan unas risas, todavía es temprano, los vecinos no se extrañan, esperaban una gran fiesta hoy, tal vez llegue más tarde, piensan.
La casa está vacía, debe estar embrujada, pero el correteo en el pasillo es imposible de omitir, a nadie le amarga un dulce, supuse mientras volvía a casa por la tarde con los ingredientes para un buen postre. Y ahí quedará, en el frigorífico, como todo lo demás, tan común, tan corriente, se ha cancelado una fiesta, no hay spaguettis que valgan, ni invitados a los que recibir.
¿Por qué no han venido mis colegas, tres chicas desconocidas, y algún que otro espontáneo a la fiesta? Porque yo la cancelé, culpable me declaro, ahora me explicaré.
Sentí ese espíritu, ese viento, y lo cancelé.
Desaparecí de pronto, la casa quedó vacía, se apagaron las luces, de verdad que la casualidad quiso que la luz se fuese, y que tuviese que encender las luces.
¡Maldita comodidad que me da el sofá! Que esta noche no duermo en cama, que aunque lo parezca, yo estoy en casa y alguien si vino a cenar, no probé bocado, los golpes a las paredes, la ropa en el suelo, había dos espíritus peleando, pero no se querían separar.

28 de noviembre de 2011

Curry para la vida

Yo no creo en las casualidades, por eso me dedico a provocarlas. Mi trabajo es creer que domino el tiempo, que provoco la lluvia, que inspiro ternura, que podría desatar la locura si me dieses tiempo suficiente.
Porque soy ese aire que no ves pero que notas, ese miedo que viene de los árboles pero que es inocente, esa curiosidad que te lleva a la facultad por las mañanas. No lo entiendes muy bien, pero esa picardía que hay en cada piropo que no te digo tú la sientes, y es el principio.
Te busco entre las nieblas de un botellón que me da el valor que me falta para acercarme a ti, decirte hola, ¿qué tal?, y largarme tan colorado como un tomate. Te das cuenta de que es mucha casualidad que acabe el exámen justo detrás de tí, para encontrarme fuera de la clase con la típica pregunta de cómo nos fue, y hablar aunque sea de tonterías los dos. Tú no valoras eso, y yo lo sé, pero es tan importante para mí seguir manteniendo la esperanza que con eso no sólo me conformo, sino que me siento bien.
Te odio además porque siempre me haces esperar, y lo solucionas con una puñetera sonrisa, que hace que mi reloj se vuelva para atrás, y bueno, me sea imposible mirarte mal. Cómo no me vas a gustar, si tienes ese punto raro, ese golpe especial, esas ganas de hacerme probar fortuna, por si por casualidad, un día tú sientes lo mismo, y entonces...
Pasaremos del tú y yo al nosotros.

25 de noviembre de 2011

Ordenar, desordenar y reordenar

Mira, hagámoslo despacito, bueno, hazlo más bien. Es casi de noche, sabes que no te va a avisar, pero empieza a darte igual. Ves un par de libros, a su estantería, ves la papelera llena, vacíala. Enciende el ordenador, coloca los cables de forma que estorben lo menos posible. Limpia los cristales del armario y haz la cama de la habitación. Si, ya sé que es raro, pero hazlo por favor. La mesita de noche, apártala, no vayas a tropezar. Quitate los zapatos, las zapatillas de casa con forma de osito te sientan mejor. Elige un vestido bonito, verde si puede ser, con vuelo y ese punto de picardía tan propio de tu edad. Mirate al espejo, despeinate con los dedos. Vete al ordenador, y pon tu canción preferida...
Empieza a gritar. Aprovecha que papá no está en casa, pensabas que disfrutarías de esa noche sin ellos y con él, disfrutala ahora más dando vueltas como una niña de 6 años cantando aunque sea fatal., apaga la luz, total, nadie tiene por qué verte cantar. Enciende la luz, no pares de saltar, que tu ordenador sea lo único que quede en pie, que las sábanas se pisen al tú pasar. Que se rompa una lamparita, era una cursilada y ya te da igual. Te miras al espejo, quiero esa lengua lo más fuera posible, como si te diese igual que se riesen de tí al pasar. Usa de casco la ropa interior, que él hoy se perderá, cambiate de vestido cuando te canses, acaba por llorar...de felicidad.
¿Estás mareada de tanto saltar, girar y cantar? Tumbate en la cama, con la luz apagada, verás... Ves parpadeos, imágenes dispersas, y si tuvieses un espejo, tu sonrisa te escribiría felicidad. Descansa esa noche, sueña con que un príncipe menos tonto, uno que no sea de verdad, te lleva de paseo a donde le pidas. Sueña lo que te apetezca soñar. 
Te despiertas, es temprano, no has podido dormir mejor, el tonto roncaba y no te dejaba descansar. Que locura de cuarto, ahora toca recoger, lucete y reordena el cuarto, usalo de ejemplo para una vida que está apunto de empezar. Tampoco han cambiado los ingredientes, pero cambió tu actitud, esa es la nueva vida, y nació de evitar llorar.

Lo lamento por lo francés, pero me apetece llorar sangre

Los golpes en el piano suenan mucho más poéticos si encima te subes encima de él y tarareas. Ni siquiera letras, palabras, simplemente sonido. Esa escena en que se nos ve tan peliculeros es tan irreal que apenas me creo que si quisiésemos pudiese llegar a pasar.
No le hablo a nadie en particular, pero la parte de mi puzzle que dice que se podría hablar de mandos de la play que tienen su lado nostálgico está ahora casi dormida. Miro al lado, y la veo tumbada en la almohada, ese enorme pedazo de mi alma que es casi buena.

Espera, espera, que me estoy perdiendo, veamos, teoría de la informaci... Pro Evolution Soccer... mi vida en ES significa que se apagan las luces y todavía me mantengo en pie, con miedo a tropezar, porque mi habitación, esos pares de pares de zapatos, esos calcetines casi sucios y esas perchas sin usar...Resulta difícil llegar a la cama, aunque está pegada a mí.
Es la canción que no suena, que simplemente se tararea, la conoces, sabes de que va y que te dice, pero de ahí a que le pongas letras, obstáculos, falta de luz, mogollón de tonterías, aunque...merece la pena.

23 de noviembre de 2011

Tardas pero aparece

Estás en tu cuarto de estudiante una tarde como otra cualquiera, suena de fondo a ratos música buena, a ratos música tan tonta que no entiendes ni como puede gustarte. El tiempo pasa lentísimamente cuando te pones a hacer algo, y vuela cuando tienes el beneficio de la duda en lo que hacer o no. Total, que la cama no está hecha, el armario está abierto de par en par, ves cerquita de tu ordenador un tazón de cereales, una botella de agua, la cartera y CD´S tirados por el escritorio.
Te vas a poner a ver una serie, te echas para atrás, te acomodas como puedes, calentito por el pijama, pero con los pies fríos, y de pronto...
Tocas la pantalla con el borde exterior de la mano, arrastras eso a través de la mano. ¡Cuánto polvo! Cómo el que hay sobre tantas cosas a tu alrededor.
Te apetece una manzana, pero las dos últimas están medio malas porque no te ha dado tiempo a comértelas en dos semanas...
Y entonces, te da por coger el teléfono...
-¿Mamá?, ¿qué tal estás? Me he acordado de tí, simplemente decirte que eres eso invisible que dicen que tiene la vida que le encanta a todo el mundo.

21 de noviembre de 2011

Voluntades


Pues eso, que me paso la vida dando charlas sobre nuestras decisiones, sobre que no existe el destino, sobre que somos lo que decidimos ser, que no debemos lamentarnos de nuestras acciones, porque nos hacen ser lo que somos, y eso resulta increible, y ahora me doy cuenta de una cosa, y resulta terriblemente...dulce.
Tengo la valentía de colgar, las malas artes de ir a una discoteca y perder el control, incluso tengo la fuerza de voluntad suficiente para reconocer que me falta voluntad. Capacidad de autocontrol, de mezclarme perfectamente entre horas de sueño y de estudio, soy ironía cuando la necesito, he asumido el control de mi vandalismo interno, la intensidad está en todo momento regida por los veredictos que constantemente emito, y sin embargo, sigo esperando.
Tu decisión, tú y tu primer paso, simplemente vives en la bendita ignorancia, por suerte para mí, tal vez por suerte para los dos. Si te das cuenta, si te paras a pensar, a decidir darme órdenes, descubriré que estoy totalmente atado a tí, que sin mí la voz imponente se vuelve silbido ridículo, sin ese guiño que para mí es un visto bueno yo me quedo con los pies hechos de natilla. Me haces recular, me haces modificar mis actitudes, mis decisiones, ¡ojo! no dejo de ser yo mismo, pero sin tí, sin tu voluntad, es como si a mi voluntad le faltasen motivos para existir.
Quiero que entiendas que esto es lo más romántico que jamás te he dicho, sin tí puedo vivir, y ser feliz, pero es que no me da la gana, es que elijo ser infeliz, elijo desvivirme por tu aprobación, elijo mezclar mi voluntad con un poquito de tus ganas, eso bastará...pero es que si tú te entregas como yo, seremos café, tostado, en su punto, calor en invierno, y ladrones de horas de sueño.

15 de noviembre de 2011

Espejo

¿Te ves? ¿Te estás viendo ahora mismo? Espero que si, aunque el espejo esté algo sucio, dale una pasada con la mano, o escribe una tontería con los dedos. ¿Escuchas la carcajada? El espejo te sonríe, nótalo.
¿Tienes dudas? Como todo el mundo princesa, como todo el mundo, pero también tienes algo que no tiene todo el mundo. ¿Me preguntas a mí qué tienes? ¿No resulta evidente que no puedo decírtelo...? Soy un espejo, no un mago, sólo me dedico a decir lo que veo, y te veo de veras bien.
Es más, me rompería en mil trocitos si me lo pidieses con tal de verte pestañear coqueta frente a mí, dejaría que me metiesen en un armario por toda la eternidad si cada uno de tus próximos tres peinados fuesen para mí una exclusiva. ¡Tú me entiendes chiquilla, estoy tan locamente enamorado de tí que no sé ni donde mirar! Y eso que mirar se me da bien, porque ya te he comentado que soy un espejo. No hay más.
Veo en tí cosas que quizás no aprecies, porque no se ven pero se intuyen, veo miedo en las personas, y en tí también, veo ganas de luchar, de no rendirse ni dejar de ser tú misma, pero también de cambiar. ¡Chica! Si quieres cambiar, cambia tu vestido, tu forma de caminar, provoca críticas que te hagan reir, provoca...sin más, pero no te preocupes, cuando tengas alguna duda, ven a la habitación. Respuestas yo no te puedo dar, pero si que tendré consejos, si que puedo decir que de tanto mirarte sé de tí bastante más de la mitad, y por eso, si confías en mí, tal vez te pueda ayudar.
¡Espera, no te vayas! Que no te he visto sonreir, dejame susurrarte al oído que echo de menos tus susurros, que ser espejo es ser feliz, que a veces caerse y romperse en mil pedazos no está tan mal, que tal vez cambiando el punto de vista, el sabor de la vida dejar de oler a sal y...¿te apetecen fresas con nata? Invito yo, ¿va?
Deja de preguntarte donde vas, deja de tratar de tratar, disfruta de cada instante, y convierte lo difícil en realidad, los dos sabemos que puedes, simplemente piensa que el mundo te está mirando, y tú no sabes fallar.

10 de noviembre de 2011

El laberinto del niñotauro

Esta es la historia de la película que se resume en un buen titular. Es la palabra de que un buen sonido tiene más sentido que una gran verdad. Estamos ante la trama que no podrá nunca superar ni al desenlace ni a lo que la hizo arrancar.
Pensar que tengo un don, saber donde está la limitación de mi virtud, encontrarle salidas al pescado que empieza a oler mal, reconocer que lo difícil de esta vida es que tienes siempre más expectativas de las que podrás colmar.
Jode tanto andar perdido, y más a nuestra edad, que no apreciamos hasta tarde que andar perdido es la mejor forma de andar y que sólo quién nada busca encuentra la verdad.
Insuperable el inicio, insuperable la idea natal, los vástagos de la frase, de esa palabra genial se quedan siempre a la sombra y no hay manera de darle final.
Voy a tu mente, es de cristal, ven a la mía, es un castillo sin luz, laberintos de niños. Y me preguntas:
¿de dónde sales tú?
Te daré la respuesta judía: La pregunta no esa, la pregunta es a donde vas, porque te adentras en el laberinto de un niño que sólo te podrá matar, teniendo a la puerta del mismo a un príncipe azul que te quiere de verdad.
¿Quieres saber la respuesta y el final? Que la vida es amarga, que las tías la tomais tal cual, y preferiis sufrir a ratos, que aseguraros la felicidad.

Pese a todo

Sufro dolor, dolor por tal o cual motivo, lo tenga o lo invente. Siempre entre sombras, siempre delirando. Y así todo el tiempo, resulta que la infelicidad es mi forma de vida, es mi espíritu. ¡No me quejo eh! Simplemente digo mi verdad, la asumo, trasnocho, disfruto de lo poco que sepa hacerme sonreir y combato el miedo con aparente calma.
Mi fortaleza, si es que existe, está fuera de mí, está aquí o allá, en islas que hoy la oscuridad envuelve. Los libros de aventura épica, los sueños de pasión que no se harán realidad, las aspiraciones que ayer eran irrealizables y hoy aburrirían. Mi fortaleza está acá, en un ritmo, en una sonrisa de niño pequeño, de cuando todavía podía inventar historias que fuesen creibles no sólo para ellos, sino para mí.
Entonces no sé si eran tiempos más felices que estos, pero la ignorancia me servía de almohada, y los dolores que hoy pueda tener, sólo ritmos como este lo pueden salvar.
Vaya tontería verdad...Pues decirte guapa también lo es, y nunca te he escuchado quejarte. Así que esto es lo que hay: misterios, amargura, un par de cafés e incógnitas por resolver.

9 de noviembre de 2011

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Tostada x l Sol, cansads nuestrs pies, yo muerto d vergüenza,sin+luz k la luna,esta noche aprenderás k cada noche special,y k km sta,NINGUNA

Porque a menudo, si me mandas a callar, he aprendido que es porque no hace falta romper con palabras...eso que no se ve.

8 de noviembre de 2011

Chispas

¿Resulta de verdad imposible encender fuego bajo el agua? Pues yo noto calor simplemente con agarrarte, empujarte y acabar dándonos un chapuzón los dos, a lo mejor la gente de fuera no lo ve, pero es fuego lo que burbujea, son chispas lo que es.
Quiero recargar de electricidad mis manos, mi cuerpo, con el roce de tu pelo, con la intensidad de caricias de locos que nos damos, quiero que salten chispas, pero que se vean, que asusten.
Así, sin más, pidiendole excusas al cielo, robándole la cartera a un par de ángeles, encontramos la fortuna, acertamos el resultado de la ecuación de la pareja, esa que nos dice que si nos tocamos y saltan chispas, es que debemos apagar la luz y empezar la fiesta.

5 de noviembre de 2011

Requeteque!

Fijate tú que en el diccionario, esta mañana cuando lo miré, junto a la definición de guapa, venía una foto tuya, y junto a la de felicidad, venía otra de nosotros montados en un columpio.
¡¿Qué tontería más grande, verdad?! Debía estar soñando, en el momento ese raro y maravilloso en que sabes que estás despierto y no quieres despertar.
Pero es que tienes ese toque especial que me emboba. Se me cae la baba al pensar que un día de estos seremos más que amigos, se me cae la baba al ver que me voy despertando y eso que pensaba antes es pasado, que ahora lo que somos es...uhmm, lo diré de forma divertida: compis de ducha, mitad y mitad de la tarta de la felicidad, cuarto y mitad de cursilería para llevar, por favor.
No salir de la cama en semanas, encontrar tu punto G, tu punto R de risa, tu punto C de cosquillas, y demás puntos de tu cuerpo que pueda besar y crear una norma que prohiba que entre tus dedos y los míos corra el viento. A eso me dedicaré, con ganas desde ahora, con fe ciega en que si estás conmigo, lo conseguiré, porque algo tan bonito como tú se merece todo eso...y lo que venga después.

2 de noviembre de 2011

Sin cielo

¿Y si te digo que podría pasarme una noche entera hablando contigo, pero que en los ratos libres de silencio lo que me apetece es besarte, te lo creerías? Pues ve haciéndote a la idea, porque no entiendo vivir sin estar contigo, ya sea lengua con lengua, ya sea boca con boca, ya sea palabra con palabra, lo importante es tocarte, comerte, abrazarte, subir la temperatura, ruborizarte, cogerte de la cintura, reirnos y pasar de lo que diga la gente.
Y dedicarnos a escandalizar, a causar envidia, a romper tópicos de aquello y de eso que puede salir mal. ¿Sabes que digo? Que si sale mal, si la cosa se tuerce, te agarro bien fuerte, te muerdo la oreja, y lo que pase, pasará, sobrevivimos a cosas peores, y sobreviviremos a eso.
Porque dicen que el amor todo lo puede, el amor lo perdona, el amor blablabla... Tú y yo, y vosotros, los demás, conoceis esa historia, esas bobadas de que venimos de un sitio y vamos al más allá. 
A mí no me importa, a mí lo único que me interesa es tocarte el culo, comprarte una falda, bailar como pueda, no sé, vivir fuera de las películas de amor, pero también fuera de la vida real, que todo sea tan perfectamente inadecuado que no lo cambiemos por nada.
Supongo que me entiendes, porque te estoy sintiendo guiñar... si no me equivoco, cualquier día de estos brindaremos con champán.

27 de octubre de 2011

Mayoría de edad

Con el pelo mojado, con el pelo suelto, con trenzas o rizado, descaradamente corto o perfectamente descuidado, pelirrojo o rubio, oscuro o completamente negro... de verdad que me da igual, si es que con un poquito de aire, con un buen atardecer, con mis ojos te hago una foto, y ahí me puedo morir. 
A eso lo llamaría yo felicidad, a trenzar mis dedos con tu pelo.
Lo de tus ojos es delito, prohibitivo y sensual, son dos ventanas al cielo, son lo que mil veces habrás leído ya. Yo no voy a repetirme, tú ya sabes, me gustan mucho, pero si encima abres los ojos en plan "soy un flan", el que se derrite soy yo, y no podría rechistar ni aunque me pidieses imposibles, de verdad.
Mi peluche, tu almohada, piruletas y chocolate, para...
Correr con un objetivo, luchar y no dormir, soñar a todas horas, compartir contigo una vida, y todo por algo muy sencillo, sentirnos mayores, sentirnos mayores de edad, hacernos una foto inolvidable.
Tu pelo, mis manos, ¿te gusta el mar?

24 de octubre de 2011

Aprendiendo

Me fallaste fortuna, una y otra vez me fallaste. Pero ya no tendrás más oportunidades.
Creo que este es el momento, que ahora o mañana, a más tardar en un mes, pero algo tiene que romperse, algo debe ser sacrificado para poder seguir adelante. Necesito algo que nunca tuve: miedo.
Necesitaré un objetivo desconocido que mueva los pies sin sentido, necesitaré un hasta nunca mala vida. Se quedará frustrado el plan, lo sé antes de empezar a planear, y me da igual. ¿Por qué?
Porque esto no va a quedar así, va a cambiar, con o sin plan, con o sin mi fuerza de voluntad, con o sin tí, cambiará.
No puedo escribir más sobre eso que no pasará, tengo que actuar, ser yo la fuerza que mueva lo que plasmo, y no al revés, joder.
Y faltarle el respeto a las normas, y tal vez llorar, y por qué no decirlo, fallar una y otra vez, y encontrar virtud en la enfermedad, pasión en la soledad. Encontrar almas gemelas que se vayan al parpadear.
No me acompañes...no lo entenderás.
Porque esto se pone movido, porque no puede mantenerse más tal y como está, y aunque te prometo que podría hacerte feliz, sé que eso lo alcanzarás tú solita, y yo no aportaré nada porque siempre me rendiré cuando más lo necesites.
No quieras saber lo que imagino que podrías sentir, lo que imagino que siento cuando siento que esto acaba de empezar, o tal vez que tiene ya un tiempo demasiado fatal. 
Cruzando la frontera, aprendiendo a caminar, así me encuentro ahora, en dos movimientos que dirán...¿ganan blancas o ganan negras? Tú sabrás.
Pasemos al lado rosa, dejando de lado el metal, nos quedan cristales claros, nos queda soñar.
Y te quiero comer la boca, quiero que seas nata de montar. Quiero decirte cosas que te hagan sonrojar.
¿Te crees que puedes funcionar? Yo lo empiezo a creer, dame tiempo, ten paciencia, y un poquito de voluntad, no caer en los tópicos, no evitar tropezar. Actúa con naturaleza, siente que siempre alguien te observará. Seré yo...
Yo te miraré cuando estén las luces apagadas, cuando estemos en una ciudad distinta, cuando no te tenga que mirar, y cuando tenga que hacerlo, no sólo te miraré, sino que mis manos te acercarán, bailaremos lo que me enseñes, y te enseñaré lo que es querer aprender.
Te divertirás con la escena, será un buen final, y lo mejor de todo eso, es que no será el final, será el principio...
¿Acaso pensabas que de compartir almohada te ibas a librar? Ni de eso ni de llorar de la risa podrás escapar si me das la oportunidad de jugar.

13 de octubre de 2011

Canción, significado.

Suena en clave de Luna.
Porque la esencia de los sueños, el pesado metal del que están hechos, tiene brillo lunar.
Una pizca de remordimientos, de mentiras piadosas y de miedos que se borran al mirar bajo la cama.
¿Te imaginas que soy tu coco? Me gustaría que me matases a besos...sería una muerte dulce, sería tu susto preferido, me lo han confesado tus sueños.
Llamame cuando no hagan falta las persianas, cuando un triste día toque a su fin, vive conmigo cuando el sol te ciegue, compartamos 24 cuatro horas sin respirar. ¿Imaginas? ¿A qué sabría ese recuerdo años después? Al inimitable sabor que tienen tus manos...
Quiero decirte te quiero de una forma en que no puedas más que llorar.
Porque si esas lágrimas de emoción existiesen. ¿Sabes que ocurriría? Que el te quiero nos uniría, no haría mitad y mitad. 
Divididos en esencia, pero unidos en lo fundamental. En ese beso bajo la luna, en ese recuerdo de que los sueños son algo material.

8 de octubre de 2011

Fin de Sevilla

Supongo que saltarme el tren, omitir paseos de maleta y gastarme el dinero en ir y venir ayudan a que me quede aquí en Sevilla. La soledad, el sueño de soñar cosas distintas a la hora de actuar, el permitirme el lujo de un par de buenas copas, yo que sé, el no vivir la vida que he vivido tantos años...
Pero señorita, a tí, que lees, de nuevo me refiero a tí, Melania.
Si hay un motivo por el que vuelvo a Palma del Río cada fin de semana, si hay una excusa imperfecta para madrugar los sábados o los domingos, si hay un capricho ajeno que siempre me gustaría satisfacer, es el tuyo.
El verte aunque sólo sean 72 minutos a la semana me da aire para aguantar la respiración cinco días más, porque me importas tanto que me atontas dulcemente. Si por alguien soy dulce, si por alguien intenté cambiar, si por alguna batalla perdida desde el principio luché, fue por tí.
Y me voy a dormir aquí, solo, descansado, de madrugada, ¿y de qué me acuerdo?
De grillos y mosquitos de tamaño inusitado, del monty que trasnocha tanto como yo, de los problemas que tengo con una maldita carrera que no me da más que disgustos, de mis deseos y tonterías...Si, me acuerdo de todo eso, y después, me acuerdo de tí, y digo... Seguro que está durmiendo tiernamente, como me gustaría estar en su cuarto, y simplemente mirarte, tenerte cerca...y se me escapa una sonrisa, la misma que tengo ahora mientras escribo.
Tú sabes el valor de esa sonrisa, aunque tenga que esperar una semana más, los dos intentaremos que no desaparezca nunca jamás.

7 de octubre de 2011

Ring!!!!!

Está en la naturaleza, en imaginarte tal y como supongo que serás cuando te despiertas por la mañana y bostezas. Porque supongo que los ángelitos también bostezan, nunca lo sabré con seguiridad sin tu ayuda...
Y es ese deseo de superarme, de cerrar los ojos de madrugada, escuchar mosquitos que me avisan de que alguien me fastidiará el plan, la mañana, la noche, el finde o simplemente el momento, esas ganas de poner en cada palabra un tono elevado que te recuerde que alguien, al otro lado de lo que ahora deberías leer en voz bajita, se emocionó antes que tú, puso todo su empeño en que sonrieses.
Me gustas muchísimo, y no sé porque (o si). Puede ser por esa imagen deliciosamente irreal que tengo de tí, o puede ser por la filosofía de vivir, sentir y seguir adelante, que me obliga a enamorarme, o lo mismo es porque soy tonto, y te quiero como los tontos quieren a las tontas, por impulso, por pasión, por cobardía, porque si.
Se hace de noche, leerás ahora, con sorna por ser de madrugada, con escepticismo por estar el sol fuera, con una verdad absoluta, lo escrito, escrito está, y aprendí a que da igual como termine, si mis intenciones al empezar están intactas al terminar.
De momento no va mal, me faltan un par de puntos que señalar, y te los voy a decir ahora mismito chiquita.
Encima de tu nariz, debajo de tu flequillo (cuando te encaprichas con él), a la altura en que me confesaría, a la distancia ideal para chocar sin explotar, habló de tus ojos, que tienen algo que supongo que se llamará...
Quizás, quizás, quizás, si quieres llamar a los míos, aquí te dejo mi teléfono ocular.
Parpadeo, parpadeo, abrir y cerrar, pedir un deseo...y empezar a soñar.

27 de septiembre de 2011

¡Consiste en lo siguiente!

Conocernos, casualidad, destino, ¿qué más da? No lo elegimos, quizás si, verás...
Seguimos, empezamos a crear, recuerdos que todavía no imaginamos que serán, recuerdos de aquellos que te hacen llorar...¡de felicidad!
¡Qué escándalo!, es lo que provocamos al pasar. Las farolas se cansan de mirar, los bancos de soportar, pesadas tardes de cualquier estación, pues la magia está con nosotros, y no nosotros con que llueva o haga sol.
La clave es arriesgar, usar la mano izquierda para apostar, por tí, por el cuchicheo de los demás al vernos chocar.
Folios al suelo, la excusa para agacharme y convertirte en el caballero que tú, la princesa, siempre andabas buscando.
Y luego está la otra mitad, la que no es de verdad. La que viene al repetir esa canción especial, los sueños y pesadillas que no se pueden evitar. ¿A quién le preocupa eso? A nadie cuando nadie tiene nada que envidiar.
Y yo tengo ese moflete cariñoso que yo no me canso de besar, y tengo esos andares caprichosos que te hacen saltar ante cualquier bache.
Risas, y volvamos a empezar, ¿por dónde íbamos? Ah, si, por conocernos de casualidad, por dejar que yo acierte, por tú perdonarme al fallar, por atar cabos sueltos y por volver a empezar.
Por que ha vuelto el año escolar, y yo sigo en el cole, sigo siendo ese niño de mamá que con apenas 8 años ya tiene su primer amor de facultad.
La sonrisa de la chica es de niña, de verdad. ¿Te apetece convertirme en tu Peter Pan?

26 de septiembre de 2011

Necesidades, objetivos y demás razones

No estoy bien. Partiendo de eso, sé que no puedo adivinar como estaré pasado mañana, y sin embargo me empeño en tratar de hacerlo. ¡Soberana idiotez! Imposible de evitar, dicho sea de paso. En mi naturaleza está haber llegado a esta situación, y volverla agónica con mis intentos de adivinar a dónde me llevará.
No puedo escribir, agarrarme a esa tabla que siempre me salvaba, y no porque no quiera, simplemente porque no encuentro las palabras de angustia, de desesperación, y a la vez, de fe y esperanza, porque sé que poniéndome en lo peor fallaré tanto como siendo un necio optimista.
Y en esas estamos, con noches de escuchar un reloj de pared, con almohadas que nunca son lo suficientemente mullidas,con mal humor a ratos y humor de perros el otro rato. 
Pero sabes qué, siempre quedará París, y también siempre quedan las fotos, y también quedan siempre las ganas de sudar jugando a fútbol o a tenis, y la idea de sobrevivir, que siempre es más fuerte, y los retos.
Sin ellos, sin esa afrenta personal de poner el listón siempre más alto de lo posible, dándole condimento a la vida, no sería nada ahora mismo.
Pero como tengo retos y mucha hambre, me falta paciencia, capear a la tormenta, y divertirme siempre siempre siempre que pueda.

16 de septiembre de 2011

Giro inesperado

¿Por dónde íbamos?
Ya te mordías el labio...y te tocabas el pelo. 
Es cuestión de costumbres.
Un puñado de palomitas sobre el sofá y la alfombra.
Un par de lágrimas en la despedida que pone punto y final a una película que yo no soportaba y que tú ya habías visto mil veces.
Y no tenemos chimenea, como en los sueños dulces, tampoco tenemos fruta de la pasión y fresas con nata.
Pero tenemos calor, y tú el pelo suelto, y yo sudor en las manos. Y bueno, nos divertimos, no está mal, no está prohibido.
Y nos busca una cámara que realmente no existe, y se ve nuestra escena, las pistas del crimen que conduce a la cama. Pero el Sol ya está fuera, y si querías ver algo, hace horas que sólo estamos tú, yo y la almohada.
Pero respiras el ambiente, y todavía, todavía queda magia.
Íbamos por el momento en que inspiras y me matas...

9 de septiembre de 2011

Excentricidades

Como tener un nombre muy especial para dárselo en los sueños a tu personaje preferido. Como tener la mala costumbre de dibujarse los brazos con el arte abstracto de un boli bic. Como no pisar nunca el primer escalón de una escalera o divertirse paseando entre cubos de basura buscando gatos negros.
Luego las hay de otro tipo. 
De aquellas que perfuman la almohada de la princesa durmiento con la única intención de que el primer hola de la mañana sepa a flores.
O algunas de tus preferidas, como preguntar por la ausencia de tu peinado esperando la respuesta del asombro ante tan ideal peinado. Y ser risueña los días de lluvia porque si tú no le sonríes a las nubes, las nubes no nos dejarán sonreir. Claro que también las hay más corrientes, como andar descalzo por casa con la única intención de sentir los dedos más que nunca, y luego darse una ducha, de los pies a la cabeza, o de la cabeza a los pies.
Y luego nuestra preferida, esa que habla de una edad mediaval, en que por asalto, sin negociación, te mando un emisario en forma de guiño, y tú te haces de rogar, y luego lanzas piedras a un caballo que huía ante negras perspectivas, y al final, al final asalto y rendición de común acuerdo. 
Y charlas entre el humo de agua ardiendo...porque nuestra principal excentricidad es ahorrar agua y gastar besos y caricias, nos gusta derrochar...y lo hacemos sin cabeza.
¿Para qué sino tenemos el corazón?

30 de agosto de 2011

Jijiji

Palabra por palabra le pediría al silencio que se rompiese con el bostezo sonriente de la niña más bonita que jamás conocí. Así, de repente, vuelvo a estar pensando en tí.
Porque es imposible sacarte de mi cabeza, porque te llevo en el corazón, porque eres de las cosas esas que pasan una vez en la vida y te la cambian. Porque ya no eres princesa, ya eres mi reina.
Y ese trocito de labio que se guarda entre mordiscos es la envidia de todo un barrio que cuchichea por con quién te han visto. Es lo que tienes, lo que eres, el centro del mundo, el camino hacia el cielo.
Y yo me tropiezo, sonriente como ando, con la fortuna de que tengo con quien improvisar un futuro.
Y juntamos las manitas, esos dedos tan pequeños, y nos reimos del cielo, y de haber sobrevivido al infierno y de acostarnos sobre una cama de chuches, y te quieros, y fotos, y un puñado de recuerdos, y si seguimos así, viendo como estamos viviendo, moriremos por intensos.
Pero me da igual que las cosas no salgan como planeo, que lo que sienta no es lo que escribo, ni lo que escribo es lo que quiero, me da igual que me critiquen, sentirme mal por momentos, que si estoy a tu lado, si estamos los dos sonriendo...
Si en tus ojos los míos veo, lo malo se va muriendo, y otra risa, otro bostezo es lo que vamos compartiendo.

11 de agosto de 2011

Ficha Técnica: Melania

FICHA TÉCNICA...Melania
Nombre: Melania
 
Apellidos: Ruiz Cuevas

Edad: 20 años muy bien despachaos

Alias: Melania, Mel, Pedorra, Petarda, niña chica, gordinflona. Pero sobre todo, Mel.

Aficiones: Ver películas cursis, pasear a Teko (su perro, puñetero perro...), viajar, ser una sosa, tener días de pavo insoportable, dar pellizcos, despeinarse.
También le gustan las historias de cuentos de hadas imposibles que imagina que pueden ser posibles, porque ella lo intenta con fuerza.
Tenerse cada día más creido que es una princesa de cuento que se ha caído de una peli de dibujos animados a la vida real.

Citas Célebres:No es muchacha esta de muchas palabras esta chiquilla, y para sacarle unas palabras, hay que tirar de ella...

Aspiraciones: Intentar salvar al planeta antes de que acabemos de cargárnoslo. Conocer mundo y volver a París con su amigo Horacio (ya que para otros viajes lo deja tirado), aprender a jugar a tenis y echarse un novio que haga deporte con ella. Vivir una historia con todos los ingredientos románticos y un final feliz. No echarse un novio tonto, cosa difícil, porque los hombres casi siempre lo son...
 Tener un mes de agosto libre y sin preocupaciones (de momento, está difícil). Conseguir detener el tiempo (os he comentado ya que es una romanticona empedernida...). Cambiar de amigos, que los que tiene son muy sosos, aunque para sosa, ella, que ni da besos ni nada!

Otras vidas anteriores: Si tuviese que reencarnarse, querría ser un boxer, seguro, porque con lo que quiere al suyo, la jodía! Seguramente es descendiente de Alicia, la chica del País de las Maravillas.

Trabaja: Si, en el bar de sus padres, y no sólo eso, también estudia. En verano, casi no tiene tiempo ni para quejarse de que no para, en invierno, se pierde la mayoría de las fiestas, porque es tan buena chica, que siempre trabaja.
Es muy buen partido, chicos del mundo, a por ella, que es lo mejor!

Logros: Conocer a Horacio (si, esto es un logro), sobrevivir a sí misma (ha tenido etapas realmente malas la chiquitina), cambiar sin dejar de ser ella misma. Correr media hora (eso lo hizo una vez, no más). Tener un puntillo indispensable para participar en sueños subidos de tono y sms de la misma índole.
Conseguir que Horacio no sea capaz de decirle no( como la odia...).
Si tiene algo que añadir alguien, que comente!!!

9 de agosto de 2011

Las que a mí me gustan

Las niñas que a mí me gustan usan tanto colorete como para que yo tenga que acercarme a pocos centímetros para notarlo.
Las chicas que a mí me vuelven loco no dejan un instante quieto a su loco pelo, son así, desmedidamente divertidas.
Esas pequeñas tienen los ojos bonitos independientemente de su color o tamaño, independientemente de que tengan o no gafas, a mí de sus ojos lo que me gusta es verme reflejado en ellos día si y día también.
Me gustan las niñas que no quieren ser abrazadas porque así el abrazo es más sentido, me gustan también las que tienen miedo a que las cojan de la mano, porque así nunca nos soltaremos cuando echemos a volar.
Las princesas que a mí me gustan han salido de cuentos de hadas, y han tropezado en la vida real, y si algo me han enseñado es a no rendirme nunca, a que si lo intentamos, la vida puede ser como las películas esas de bonito final, una historia para recordar.
No quiero otra cosa de ellas que no sean mordiscos, pellizcos y pisotones, todos inocentes, todos divertidos, todos excusas tontas para verlas reir, porque si de una chica no te enamora su sonrisa, es que no estás enamorado de ella.
Por favor, sonríeme, hazte la loca, porque este loco no entiende su vida sin esa loca.

5 de agosto de 2011

Pretextos

Ando buscando un pretexto para enrabietarme, para atacar y desnudarme, para abrir bien fuerte mis ojos y sentirme desbocado. Pretexto que me sirva de justificación para explotar.
Porque explotar a gritos, sintiéndome al fin liberado, teniéndote cara a cara y sin miedo a nada es lo que quiero ahora, lo que busco desde este estado de semi-inconsciencia en que estoy tumbado en mi cama.
Correr a por tí, y sentir que puedo romper con todo si me lo propongo, que puedo ser tan destructivo como afable, tan desmedido como suave, sentir que no tengo porque limitarme a sentir, que puedo también actuar, y golpear, y tiritar cuando no tenga frío, y arañarme a mí mismo si no encuentro escapatoria.
La clásica carrera sin frenos hacia el pozo sin fondo donde todo lo que diga reverberará y te matará, y estallaremos, y romperemos a llorar. Esa es la carrera que quiero ya terminar.
Porque me apetece decir tacos, y romperme la camiseta literalmente, y dejar de ser un remilgado y un consciente.
Por favor, que lo único que ando buscando es un pretexto para ser un inconsciente, ¿tan difícil es?
Pues si, porque resulta que no sólo se siente ira...también se siente que la vida está ahí por y para disfrutar

26 de julio de 2011

En la espalda

Algunas personas tienen su corazón en la espalda, y resulta increible lo bien que lo sienten.
En la espalda de otra persona, en la que apoyando cuello con cuello pueden ver las estrellas un día veraniego.
Y crecer sin miedo a caer, porque siempre existe ese otro lado de la balanza, esa otra mitad que te asegura vida, aunque no quede esperanza. ¿Y a cambio qué te pide? Compañía, nada más, y se la das como si te pidiese la vida, ciegamente.
Porque un día firmé un contrato (no me gusta esa palabra tan poco sentida), un contrato de niños para gente mayor, un contrato de inocencia para las situaciones más extremas, un contrato que mantedré a sangre y fuego. Lealtad, pasión, cariño y lo un puñado de sueños.
Lo escribí en la espalda de una chica, lo escribí con el traqueteo de ruedas de fondo, lo escribí con las sensaciones de una música que aunque no me guste me sigue diciendo cosas. Lo escribí sin saberlo del todo, sin que ni ella ni yo entendiésemos lo que significaba tumbarse frente a un cristal y dibujar letras en la espalda.
Pero así es la vida, símbolos y gestos, y eso junto a un montón de recuerdos, es algo que por nada, nada vendo.
Te quiero

De vueltas al primero

Todavía está por llegar el último te quiero que me escuches. Todavía son suposiciones las reacciones a posibles situaciones incómodas. Pero llegarán, porque las buscaré, a partir de ahora, dejaremos de especular.
No seré más ese chico espectacular, esa cena con velas, con olor a flores frescas y a rutina de primavera. Me cansé de mecer la cuna de la niña que mucho llora y más se queja. Y no es porque sea mala esa profesión, y no es porque esté cansado de ese tiernísimo amor, es que toca crecer, y ahora el que es un niño pequeño soy yo.
Claro que no encuentro palabras para planear esa manera de empezar a pedirte disculpas por haberte fallado, por haber hecho que nos ahoguemos cuando más lejos estamos de la orilla. Lógico que te enrabies, que llegue demasiado tarde y que haya demostrado ser un desastre. Así soy, nada pudo cambiarme, nada te cambió a tí, no quiero reproches ni lágrimas, no sé lo que quiero.
No voy a tirarme a la piscina, no voy a regalar como si nada valiese el tesoro de la dignidad ni tampoco la fortuna del tiempo sonriendo, pero lo mismo, llegado el momento, me tomo un par de Gin-tonics y me pongo serio.
Pero como eso es algo remoto, como está envuelto en misterio, tú no te preocupes, que mientras cambio y me pierdo, aquí me tienes para escuchar y quererte como desde siempre he querido hacerlo.

Un último apunte, que aclare todo esto. Te quiero. ¿Qué significa eso? Que contigo seguiré tomando helados en otoño y que cualquier día de estos, será el primero.

24 de julio de 2011

Angel Caído

Quiero un beso de despedida peliculera. 
Bajo la lluvia, con ropa blanca, el pelo suelto y música épica. Calles vacías, ventanas rotas y ciudades grandes como escenario de nuestro adiós. 
Quiero que ese beso, sea el beso del reencuentro, nada de despedidas, que nos sientan fatal.
Me permito soñar con una corbata regalada, un par de pendientes de presumida y otro aniversario compartido. Compartir cambios de peinado, niños malvados, velas con champán y la última anécdota antes de mudarnos.
Quiero una relación de sangre azul y fondos de disney, de rojo pasión y desconocido final, de tango y vals, de eso que no sabemos pero imaginamos que si queremos, podemos alcanzar.
Y para terminar, quiero el beso, ese punto y final.
Estamos en la cama, toda la noche sin parar de charlar, esa es nuestra virtud, que no nos cansamos de tontear.
Tontear, repetir, acariciar, pervertir, ilusionar, dibujar, despeinar, suspirar, incluso susurrar.
Te beso, y lo mejor, no es película, ni despedida, es que nos vamos a dormir, y mañana cuando despierte, te volveré a oir respirar.

22 de julio de 2011

Guapita


Lindeza, ricura, bonita, belleza, princesa de cuento, de historias que invento.
Ojitos, pequeña, historias de ensueño, fruta fresca y mordiscos, histeria o locura, con luz encendida. Tal vez a oscuras.
¡Pero qué diablos! No puedo quejarme por estar enamorado, si se que sin querer se te acaba queriendo, cómo evitar el amor, cuándo tanta gente se pasa la vida persiguiéndolo.
Pues no, resulta que no quiero, no quiero dejar de quererte, no quiero encapricharme, y al final consigo, y conseguimos más bien.
Tú me dices te quiero, yo te tiro dos besos, tú te quedas callada, y yo, yo me guardo el te quiero, para cuándo algún poeta invente palabras, que expresen mucho más que eso.

Tormenta


Todos tenemos nuestro tiempo, es lo primero que tenemos que asumir. Comprender que somos estados de ánimo, que mañana puede salir el sol tras todo un mes de lluvia. Comprender que conformarse nunca está de más, que pelear hasta la muerte es el deber de aquel que realmente quiere algo. Buscando el punto intermedio, descubriremos que no existe, que simplemente es otra creación humana, como la realidad, como la imaginación.
Al final, en última instancia, lo que nos quedará de todo eso será el pasado que es un presente que vivimos sin darnos cuenta, todo lo demás es necesario, pero no es vital.