15 de noviembre de 2010

Experimentación...

Repetiré preguntas, ¿vale? ¿estás? ¿sigues?, quiero decir, ¿me sigues? ¿me he explicado? quizás sí sea un cáspita lo que justo ahora necesite, o algo más fuerte... ¿con quién hablo? me da que me engaña la vista... ¿qué vista? simplemente son buenas las vistas cuando el sol se está poniendo, pero... ¿depende de donde mires no? No, que va, eso es lo de menos, depende de como mires...
Mira, valga la repetición, mira con los ojos cerrados, huele mejor, ¿hueles a sol? Normal que no lo hagas, la mezcla que producen montañas con un sol poniente se asemeja más a... a cesped, al final sí, siempre caemos en lo mismo, siempre caigo quería decir, ¿qué como caigo? De pie, por supuesto, no es una cuestión de derrotas, es una cuestión de... ¿me cuestionas acaso? No pasa nada si lo haces, porque es uno de mis pasatiempos favoritos...
Capturar sombras de moscas con un abanico de colores...
Repetir versos de una canción grunge...
Imaginar reglas de tres...
Son esas cosas inconfesables, que ni ahora mismo estoy confesando, porque sinceramente, ¿quién no tiene símbolos? No hablo de divagar, no hablo de experimentar largándome hacia lo desconocido, eso no me interesa, nunca lo ha hecho, hablo de... imaginar...
¿O acaso tú nunca has vivido en mundos de castillos de naipes del color que te apetezca mientras ves tus cabellos dorados ser mecidos por el viento? La cuestión es, ¿qué tiene de leyenda ese mundo y qué tiene de verdad? Qué fácil de responder... y qué difícil lo demás...
Sí, sí, esa es la cuestión, donde empieza lo demás cuando lo otro no lo hemos acabado de entender...
Decirte mil veces que todo lo dicho con anterioridad tiene valor... cero.
Lo que me creía que era antes de saber de verdad...uno.
Lo que resulta de sumarte...dos.
Vale un poco más aquello que esperas, un poco más de...tres.
Me cansé demasiado pronto de todo esto, no me interesa más que saltarme...cuatro...
Ocho, ocho, ocho, ocho, ocho... ves, no por mucho madrugar amanece más temprano...
Yo, mi, me, conmigo, ¡lies!,se reduce a Nueve...
Y ahora viene la nota máxima... diez...
Te pongo un diez a tí, sí, a tí, por saber, por desconocer abiertamente, por acompañarme escribiendo esta historia, por ilusionarme entre humo y cerveza, por alejarte estando cerca y acercarte estando lejos, por tu pelo, por el frío, por los minutos de más y menos, por saltarte un par de normas, por hacerme borrar dos normas de más, por venir de tan lejos para quedarte tan cerca cuando necesito, por parpadear en naranja, por eso y lo demás, y además de por todo eso, por lo que vendrá, que será aún más...

No hay comentarios:

Publicar un comentario