11 de noviembre de 2010

El sentido es relativo...

Los caminos son indescifrables, divergentes, complicados, extravagantes, iluminados a ratos, apagados a ratos, caóticos, escabrosos, hirientes... los caminos son las personas...
Los molinos de viento nunca soplan a favor, porque simplemente ellos reciben el aire, realmente, no soplan, no da para más...
Nunca se pone el sol lo suficientemente pronto, nunca sale la luna lo suficientemente tarde, es una cuestión de alargar el día y la noche, es una cuestión de decidir, y una vez decidido, tener que modificar planes... porque nadie tiene nada bajo control cuando realmente las cosas que se desean no se pueden controlar...
Creer no siempre es ser, aunque en ocasiones lo sea, valor no siempre es valor, aunque a menudo lo parezca, confundirse no tiene porque implicar estar perdido, y tocar el cielo no tiene por qué ser una mentira... todo está más allá de aquello que está lejos de nosotros y que de pronto nos topamos...
Buscale patas a los caracoles, buscale aspereza a la lluvia, buscale lo que te de la gana a lo que te de la gana, repitete, mosqueate, diviertete, mientete, al fin y al cabo, todo está pasando en tu mente... o no, ¿qué es la mente? acaso alguien sabe algo de forma absoluta...
Los números no valen nada, vale el valor que nosotros mismos le damos, ¿cuánto es? lo que te convenga, por supuesto...
Al rato de apagar las luces, tienes miedo, al rato de encenderlas, deseas oscuridad, pasado un tiempo en soledad, gritas buscando gente, pasando un rato junto a gente, te das cuenta de que existen carreteras secundarias que llevan a la misma meta...
Tener miedo a librarse, a formarse, a cantar en público, a soñar despierto, a apagar el tuenti, tener miedo a tonterías es aprender que el miedo es una tontería, un estado de ánimo tan fácil de vencer como complicado de asumir... ¿acaso algo nos puede dañar realmente si nosotros no lo permitimos?
El final suele implicar un nuevo comienzo, un punto de inflexión, o no, yo no lo sé, no querría ver la luz al final del tunel porque mi tunel todavía lo estoy construyendo yo mismo...
Que aparente pasión no implica humanidad, que aparente frialdad no me libra de arder en el infierno, las apariencias engañan a cualquiera, menos a uno mismo, salvo que así lo queramos, somos lo que somos, ¿y qué somos? nadie tiene la menor idea y, realmente, no creo que nadie quiera saberlo realmente, otra cosa es creerlo...
Debería estar dormido, debería aparentar sueño, debería tener sueño, debería, basta ya de deberías, ¡coño!, haré lo que me salga, haras lo que te venga en gana, y cuando empiezes a ver el final, cambiarás de opinión, o no, los comienzos los eliges tú, los finales los eliges tú, todo lo demás, escapa de nuestra esencia, por suerte, por supuesto...

Te escucho con los oídos, pero te entiendo con las miradas...

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