6 de noviembre de 2010

A esto...


Miedo, y dudas, y seguridad, ¿en qué?, ni lo sé, pero una parte de mí todavía está segura… por el momento…
Me vuelve a asaltar el miedo, y no es por estar a oscuras, todo lo contrario, precisamente con la luz apagada es cuando más seguro estoy, y sin embargo, ni en ese instante me deja de temblar el espíritu… frío, mucho frío… miento, me miento, te miento… es calor, pero quema, y como quema, me parece como una lengua helada que se acerca a mí y… me paraliza…
No hace falta sentir para escribir lo que nos plazca, porque escribir nos puede hacer sentir, sin embargo, en ocasiones, escribir nos ayuda a dejar de sentir, sobre todo cuando… ¿quiero o no quiero sentir? Ya no lo sé, joder, es todo demasiado complicado…
Estupideces…
Yo hago los puzles, yo rompo mi realidad en mil mitades por la absurda manía de desentrañar misterios, cuando realmente, lo sencillo acaba siempre convenciéndome… yo soy el problema, el problema de cada uno de mis problemas… y me desvío de nuevo… pero algo bueno debía tener todo esto, ¿qué? Que es noviembre… me gusta el día que empieza con el viento que enfría las manos, que le da color a tu nariz, que te quita las ganas de ir a clase pudiendo estar acurrucado entre sábanas… me gusta el día que, tras una buena comida junto a la estufa, empieza a lamentarse y a llover, y las hojas no caen porque les haya llegado la hora, sino porque la lluvia así lo quiere… y acaba con una noche oscura como la boca de un lobo… ¿te gusta a ti eso? Tiene el punto necesario de misterio que necesito en mí día a día, ese día es el ideal, ¿por qué? Porque es el único día en que no necesito buscar preguntas porque el propio día las ha hecho antes de empezar a imaginar que tengo que dejar de soñar para poco a poco despertar…
A trompicones, a golpes y arañazos…
Te quiero guiñar un ojo a ti, sí, EH, EH, EH… ¿mil veces tendré que decirlo? No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida… para nada, yo creo en mundos grises que no necesitan más que una nota de color, por falso que sea, para que se conviertan en realidades. Yo voy dando tumbos contra las paredes de mi vida, y sin embargo, la luz al final del pasillo me dice exactamente lo que debo hacer… ¿acaso te creías otra cosa? Pues bien, me encantaría que eso fuese así, porque, muy a menudo, las creencias acaban por ser verdad (yo confío en que lo sean, sí, guiño…), y si no fuese así, pues ya está, las necesitamos, yo al menos las necesito, ¿en qué creer?
En que toda pregunta conlleva una respuesta inútil y una duda más…o no…
Me encanta imponer, y luego, dejar en fuera de juego eso… o no…
O no, no sé ya nada, el agua puede saber a lo que me apetezca, así como la luna puede iluminar lo que a mí me dé la gana, la cuestión es abrir lo suficiente los ojos…
Los berrinches nos enseñan, te lo puedo asegurar, el problema es que no sirve de nada aprender, lo importante es poner en práctica, y en la práctica… en la práctica totalidad de los casos, yo no hago las prácticas que debería… joder, esta música que está sonando a las tres menos cuarto de la mañana me está, subiendo y bajando…, y así está quedando esto…
Doy gracias por diez cosas a todo lo que tú quieras que de gracias…
There ain´t not reason…
Final feliz
Gin
Cien años…
Compañía
Soledad
Sonrisa
Verdad
Sueños
Y, por qué no decirlo… ahora escucho lo que quiero agradecer…
Y en los hierros que separan,
La caída más brutal
Siguen las dos inicales
Que escribimos con compás…
Vertical y transversal
Soy grito y soy cristal
Justo el punto medio
El que tanto odiabas
Cuando tú me repetías
Que te hundirá
Y me hundirá
Y solamente el grito nos servirá
Decías: “es fácil”
Y solías empezar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario