10 de febrero de 2013

Belleza

Con las manos en los bolsillos, sin música, con poquísima luz, las rodillas arañadas, como diciéndole adiós al verano, con una camisa perfectamente arrugada, con un peinado que hace horas que dejó de llamarse "peinado".
Con la lengua fuera, sin vergüenza, sin pudor, con esas manos haciendo gestos, con un guiño picarón, con la ropa que tú elijas, porque de cuello para abajo lo demás será adorno.
Con un perfecto bikini de colores, u oscuro, me da igual, con dos gotas de agua alrededor de tu ombligo, con un pelo que oculta unos hombros que cualquier querría tocar, con la toalla por bandera alrededor de la cadera, con las uñas de los pies pintadas de color sandía. En un mediodía del último domingo de un agosto para recordar.
Con moreno veraniego, con la blancura de todo un invierno alrededor de bufandas y gabardinas, con la perfecta sonrisa de cuando llega la primavera o el otoño y puedes cambiar de vestido, con unas botas de las que tú usas, de las que te gusta recordar lo mucho que te gustan. El vestido es complemento, y los complementos son superfluos. Un colgante, dos pendientes, en serio, sonríe, enséñame tu mejor cara de locura.
Con el perfecto posado de una cría presumida, con la ropa que jamás elegirías para salir a la calle, con esa que en confianza más guapa te hace, la que te dice al oído, ¡hoy me como el mundo, hoy el mundo es mío!, con esa una foto al espejo y un deseo perverso, el guardar esa foto para el recuerdo, y compartirlo llegado el momento.
Con...no, espera, no, me da igual con cualquier cosa, como si quieres pensar con nada puesto. Con mis dedos en tu barbilla, con más dedos entre tu pelo, con los ojos que te brillan, con las lágrimas en tus mejillas, con la sonrisa más salada, con unos labios mojados lo suficiente para evitar más grietas; porque si alguna vez, una última vez, hubo una distancia, hubo un separación entre nosotros, hubo un instante en que fuimos tú y yo en lugar de uno en dos, al ver ese parpadeo de pequeña princesa emocionada, esa distancia se apagó, se esfumó, y con cosquillas o sin ellas, recogeré tus lágrimas, te humedeceré los labios y tendrás que sonreir...¿me negarías eso? Sería la belleza, sería la felicidad en estado puro, la alegría más tonta, verte así.

6 de febrero de 2013

Lo que es y lo que significa

A ver, una almohada es una almohada, ¿vale? Pero compartir una almohada tiene un significado que escapa de aquel que nunca la ha compartido, ¿no crees?
Es algo así como, no sé, es difícil buscar las palabras adecuada, a ver cómo te lo digo. Primero tengo que apagar la música, porque me distrae. Si una imagen vale más que mil palabras, ¿por qué seguimos corriendo detrás de las mil palabras cuando es más cómodo volver a pedir otra imagen? Porque las palabras, como las imágenes, son lo que son, pero, ¿y lo que significan? Pídeme que te pida perdón y tendré dos modos de hacerlo, en tres imágenes, y pasará volando, en mil palabras, y te prometo que en mil palabras pasará una eternidad antes de que lo puedas olvidar, ¿verdad? Son la misma cosa, pero no tienen nada que ver.
Pues en esto estamos igual, viviendo una situación que por ser lo que es, es alucinante, es arrolladora, es algo que hace que el 2013 sea EL AÑO, pero, ¿y qué significa todo esto? Comprendo que de miedo, a mi me da miedo lo desconocido, pero tiene una cosa buena, no significa que sea simplemente especial, significa exactamente el adjetivo que tú quieras escribir, que yo quiera leer y que los dos, y solo los dos, queramos compartir.

5 de febrero de 2013

Naturalmente rápido

Es cinco de febrero. Y este mes tiene menos días. El tiempo es relativo, pero es que este tiempo está volando, literalmente.
Será por empezar los exámenes, será por alejarse el frío, será por las ganas de Carnaval, de cachondeo, de Camino o de Ferias, y quedan mundos, ya lo sé, pero es que da la sensación de que ya no hay nada lejos, nada que no se pueda hacer.
Es como me hubiese adaptado a correr, a vivir deprisa, a comer de pie, a tener la cabeza en un sitio mucho más lejano que el lugar por el que caminan aún mis pies. No sé si te haces a la idea, pero es como estar en diez sitios a la vez, teniendo muy claro el sitio en que estoy y al que quiero llegar.
Es como vivir la vida propia con la intensidad de vivirla mil veces a la vez.
Es vida en estado puro, es agua en los tobillos, es arena en mis pies, es verano con frío, es que me duelan las costillas de no parar de reir.
Supongo que me he adaptado a la velocidad, y ahora que todo va tan rápido, en lugar de quejarme, de intentar frenar lo que venga o de acelerar desaforadamente, me limito a saborear las vistas de un mundo que no se detiene pero que por fin comparte mi velocidad.

4 de febrero de 2013

Con el codo

Un día corriente que será inolvidable. Un día de esos cuya fecha planeas y luego, pasados los años, no puedes borrar aunque no puedes ubicar en el tiempo. Un día que es una noche, una noche que es muy fugaz, una noche que acaba de día, y en la que dormir está fuera de lugar.
Una situación en que elegir entre luz encendida o apaga es más vital que nunca, más que cuando te vayas a poner a comer, más que cuando pienses en leer, porque en realidad, harás todo eso, verás.
¿Sabes como quitarás la luz? ¿Sabes como no la apagarás? Pues apareciendo la suerte, la fortuna, la casualidad, en el momento en que el codo pase cerca de la pared, ahí se decidirá, será el momento en que menos pendiente estés de mi, el momento en que te concederé un respiro. Y será solo esa vez.
¿Y luego qué? Luego quitarte la ropa, claro. Pero se dice más fácil y rápido que se hace, porque se hará sin manos, se hará con labios, se hará a mordiscos, se hará despacio. Se hará con ternura, se hará temblando, se hará muy cerca, terriblemente pegados. Se hará, lo haremos, pero vamos a la ropa, ¿va? Porque claro, todo en ti es vital, y lo que me separa de ti, aunque sea la mínima capa de tela, me sobra, y te prometo que te sobrará.
Espera, yo no hacía promesas, pues te aseguro que te sobrará.
Y ahora ya sin ropa, frente a frente, tiritando de fríos y muertos de calor, sudando sudor frío, y falta nos hará, porque en serio, la cama va a arder.
Empezarán los quejidos, los vecinos al escuchar, vendrán los policías, pero nos dará igual. Serán ellos motivos, motivos de acelerar, será algo nuestro, de tú y yo sin nadie más, pero con el mundo expectante, esperando entrar.
Y entrará, literalmente, y el beso que te calle será el beso del mordisco más suave dando jamás. Ese que de brutal, da más placer de lo que te hace sangrar. Y la espalda acabará arañada, y las sábanas mojadas. Pero no un poco mojadas, no no, mojadas para meterlas a lavar. Porque perderé los dedos, porque haremos ejercicio a oscuras o con luz, pero vamos, que los cuerpos serán más cuerpos de agua de lo que lo han sido jamás, de lo que puedes imaginar.
Y cuando llegue el momento, cuando la hora G esté por sonar, en ese instante, en ese chillido mitad guerra, mitad paz, llevaré mis labios a tu cuello, llevaré tu pelo a los ojos, y no necesitaré mirarte, para saber que a partir de ahora, mires donde mires, y mire donde mire yo, nos volveremos a encontrar.
Y por cierto, en todo esto solo habrá victorias, menos una chiquilla que será derrotada, ¿adivinas quién? Sí, esa buena cama que no esperaba tanta maldad bendita, tan inocencia sexual.


Toques, sms y cosas que hacer con diecialgo

Te decía, que no sé, a veces trasnocho un poquito y en la almohada, así como riéndome, te daría un toque, y te lo doy. Y espero la respuesta, ¿no sé si recuerdas como iba eso? Te hago un amago de llamada y tú haces lo mismo. Me saltan los nervios de encenderse el móvil en plena oscuridad y mis dedos empiezan a...¿tararear? Tres minutos, contrarreloj, no te vayas a dormir...
Llegará el sms, tiene que llega, me mataría que te quedases dormida sin saber que además de acordarme de ti, me apetecía que escuchases al oído 160 caracteres que son infantiles, sí, pero...¿y lo que nos gusta a nosotros toda esa cosa?
No lo recordaba, de verdad, 2013 tiene algo especial, ha empezado mejor de lo que podría soñar, y no imagino como acabará, aunque me encanta planearlo, para que salga fatal, exactamente igual que esas historias de montaña rusa, pero sin que te marees y pongas mala cara al final.
No sé, ¿a quién le importa realmente la edad? Nunca se es demasiado joven para pensar ni demasiado viejo para tener el capricho de ahorrarte un whatsapp y currarte un sms de esos que lo lees dos veces y no dicen nada. Pero no te lo dicen a ti, no dicen por lo que dicen, sino por lo que callan, por lo que significan, por lo que dibujan, por ¡Tienes un mensaje en tu bandeja de entrada! ¿Sabías cuántos años habían pasado sin que mi móvil volviese a sentirse tan joven? Pues no sé, pero vamos, 2012 nada de ná.
Por eso te digo, que hagamos lo que hagamos, hay que hacerlo con libertad, sin miramientos, sin necesidad de permisos, con absoluta libertad, como aquel que sigue siendo un crío que ha aprendido a pensar, como aquel que siendo un cascarrabias ha recordado como sonreir ante una infiMIdad.
¿Me entiendes, lo captas? Es un juego de críos, pero es nuestro juego, ¿va?

3 de febrero de 2013

Paso y por


Paso del pelo teñido, paso de las tetas operadas, paso de los culos de modelo, paso de la talla ideal. Paso del maquillaje por principio diario, paso de los tacones por necesidad de creer un puñado de centímetros de más, paso de los vestidos caros, paso de las fotos que, por así decirlo, están truca´s.
Yo soy un tipo raro, de eso que no gusta a casi nadie de primeras, de esos que si tiene que elegir entre pijama o traje de baile, prefiere ser peluche antes que aprender a bailar.
Por pedir pido que seas sencilla, que tu ropa me inspire comodidad, que sea de esa que transpira, porque no me faltará maldad.
¿Qué quiero para acabar? Una chica de dibujos animados, de camisa y sencillez, de mejillas sonrosadas y una sonrisa de par en par, de esas que digas...joder... ¿qué no existe la suerte? Pues yo te miro y la puedo ver mirándome a los ojos, así, sin más.

2 de febrero de 2013

Casi bipolar

Risa. Reir siempre. Entrecejo fruncido. Nunca me disgusto esa expresión, es tan literaria y al tiempo tan literal. Escribir y sentirte bien. Trabajar, que agotador. Mas no es mal sabor.
Inventar, diseñar un buen plan, trazar, tararear y ver música. ¿Imaginar algo? Veamos, un espejo, decenas de perchas y un par de horas en que perder el tiempo de dulce manera.
Mirarte, sonreir. ¡Qué ricura! ¿Y quién me ve mal? ¿Me importa? ¿No me importa? Realmente...me da igual. Estar sola es lo que dicen que está mal, pero claro, hay tantas cosas que de fuera me quieren soplar...
Pues realmente, me afectan los golpes, es cuestión de humanidad, pero luego lo pienso y no solo me da igual, me gusta, es una buena señal.
No pienso dejar mi mundo indiferente, porque eso si que sería fatal.
Es todo tan imperfecto, como si hoy mejor no haberse escapado de la cama, pero realmente, un día es un día, vivido como el que más. ¿Mañana? Mañana, el tiempo dirá.

No hay nada oculto que no vaya a ser revelado

"No hay nada oculto que no vaya a ser revelado".
Las malas compañías son las mejores, ya lo decía el bueno de Sabina, y sabía de lo que hablaba. Supongo, quizás, ¿dudo? Que va. ¿Asiento? Señora, véngase usted acá, que se puede sentar. Ahhh, espere, hablaba de afirmar. Pues sí, afirmo, la revelación de que lo que sé, de momento, la callo, pero la disfruto tanto como el que más.
Y esto es una moneda con dos caras. Para que en ella leas, por un lado, tú, la cara de cara sonriente, que siempre, y sin utilizar las palabras siempre ni jamás, tendré claro que estás a un lado del sofá. Y al otro lado, a esa cruz que más bien es un símbolo distante, un retrato de algo lejano que aún está por visitar, ¿qué decir? Pues que la fortuna siempre cae del lado del que lanza la moneda al aire.
Caiga cara, o caiga cruz, lo importante es saber, lo importante al final, es la verdad. 

1 de febrero de 2013

Agotado pero no derrotado

Sin dormir, por qué será...¿agotado? Un poco, sólo un poco, nada más. ¿Y mañana? Mañana todo se andará.
No me olvido, aunque llegue un poco tarde, casi en el tiempo de descuento de un día más, pero ya sabes, un día cuya noche seguro que no olvidarás.
¿Qué decir? Con todo lo que hablamos ya, pues que es el final del principio, que fue otro escalón más, que ahora es más sencillo, que ahora es más natural. Que me apetece videollamarte, y que la semana que viene esperamos que se vuelva a repetir. ¿Verdad?
Bueno, al menos eso quiero yo, esa es mi decisión, ahora eres tú la que tiene que acertar a ver si, quizás, sonriente, como quién no quiere la cosa, el marco de la puerta queda atrás y bueno...conocernos sea el primer paso para conocernos aún más.
Mientras tanto, me voy a descansar, me lo he ganado, creo. ¿Cuándo me contestarás?

Calíope

Mira, palabra a palabra, va a ser muy breve, apenas un pinchazo. ¿Vale?
A ver, cara de tomate avergonzado, dedos encogidos de asustado y espalda encogida. Tar-ta-ta-mudean mis tobillos. Me vas a hacer tropezar.
Ver-te. Dos sílabas, un mundo, la complicación intrínseca de lo mucho que supone. Hablar, reir, maquinar, ¿almorzar quizás? Escuchar música, intentar bailar. Busca verbos, que nos pondremos a probar.
¿Y luego? De noche al sofá. Hazlo fácil, ríete con la sencillez de un crío que escucha por primera vez como su madre escucha como dice "papá". Ves que cosa tan sencilla...pues más grande, más maravillosa resulta si la escuchas lo suficientemente cerca.
¿Dormir? No, no, amiga, ya no me hace falta dormir para soñar. Mejor soñar despierto, mejor dedos enredando el pelo. ¿Apetece? Venga, reconócelo. Una parte de ti quiere gritar sí con total sinceridad.
Pues eso. Hoy certeza, mañana, quizás.