15 de marzo de 2012

Años atrás

Esto va a ser muy breve, apenas un pellizco, lo suficiente para que puedas sentirlo, para que quede una leve marca y para que sólo lo recuerdes como anécdota y no como algo sentido.
Ver, en una foto, sin darse cuenta, magia, es muy difícil, si encima descubres que esa magia tiene un valor añadido porque tiene una historia detrás, la fortuna realmente te sonríe.
Y de eso estaba yo hablando, de una sonrisa, de la captura del instante en que la felicidad resulta más clara.
La ves, te asombra, descubres que ha pasado el tiempo, y el significado de la misma sigue ahí, gritando que lo evidente... Sonríe tú también, al menos así me verás con mejores ojos...
Supongo que por eso te veo tan bien, porque quiero mirarte bien, porque me sonríes bien.

8 de marzo de 2012

Excusas

Ni falda ni vaqueros, ni camisa ni chaqueta, te lo digo en serio, tú debes usar un buen traje de luces, porque los recortes que me das para evitarme son dignos del toreo.
La lluvia te ha humedecido tanto el pelo que has tardado 30 minutos en volver a ponerlo despeinadamente lindo. Los zapatos preferidos para esta época del año estaban en el cajón más oscuro de un armario que tiene más fondo que un pozo.
El móvil se ha mojado lo suficiente en el lavabo para dejar de funcionar durante unos minutos vitales que hacen que te retrases.
Y puedo seguir así, y puedes seguir así, minutos, horas e incluso días, esquivando mis intenciones, atracando mi tiempo libre y robándolo sin maldad.
Porque relamente yo me dejo, porque cuando quedamos y me toca esperar, o cuando cancelas minutos antes de que tengas que presentarte en cualquier lugar, me quejo de que he perdido el tiempo, pero aunque eso sea verdad, no importa, porque lo compenso con el tiempo que paso contigo y que es tiempo que vivo de verdad.

7 de marzo de 2012

En pequeños sorbos

Dicen que las grandes esencias vienen en pequeños frascos... y la gente piensa que el perfume forma parte de la esencia, ¿no se dan cuenta de que la pasión, los sueños y la vida están íntimamente ligados al sudor y la humanidad más que al perfume?
El mundo se estremece con los grandes momentos, con ese choque de trenes con un puñado de desgracias, con aquel desafortunado asesinato que tanto escándalo público produce, pero realmente, si el mundo somos las personas, no es tan cierto que nos estremecemos con eso.
Estremece ver sin querer por primera vez lo que esconde una falda, asusta descubrir la responsabilidad de que por primera vez tú eres el que paga tus facturas, hace temblar la sensación de que por bien acompañado que estés, cometes un error y puedes quedarte solo.
Las personas forman parte del mundo, pero no son el mundo, el mundo es algo inventado por aquellos que quieren quitar la esencia de los pequeños frascos, embrutecer a todo aquel que se despiste y aprovechar la debilidad de las emociones.
Porque al fin y al cabo, aunque yo mismo piense que las decisiones nos hacen ser como somos y vivir lo que vivimos, sólo con las emociones, con esa sensación de debo saltar o quiero arriesgar es como prende la chispa de la vida.
Sólo en ese momento descubrimos la esencia, pero a partir de entonces, no la olvidaremos.

2 de marzo de 2012

La primera y la última vez

A ver si te enteras, porque va a ser la primera y la última vez que te digo esto.
No quiero ni una foto más frente al espejo esperando la aprobación de tus amigas.
No me da la gana de consentirte una sesión de peluquería y manicura a costa de tus dudas.
No tolero que vuelvas a pensar ni por asomo que algo entre tus tobillos y tus ojos tiene el menor defecto, porque no es así.
No es que seas perfecta, es que no hace falta que lo seas.
Porque ni flequillo para arriba o para abajo, ni rizos o pelo ondulado, ni castaño, rubio o teñido atrevido, nada de nada le importa al pelo si está lo suficientemente mojado. En ese caso, está perfectamente peinado.
Que las faldas a la altura de la rodilla tienen el mismo valor que aquellas que no dan oportunidad a usar la imaginación de lo poco que tapan, que los escotes de vértigo son para aquellas que tienen miedo de que el precipicio sólo sea bonito por el peligro y no por las vistas, que realmente con pijama, muy cerca de tu cama es como más atractiva te veo, es donde encendería realmente una alfombra roja de luces.
Que te queda muy clarito, que no te lo vuelvo a repetir, que te cogería con las muñecas, sin que sintieses mis dedos, te acercaría peligrosamente a mi, te pediría que cerrases los ojos...
¿Piensas que de verdad te besaría? Así, ¿sin más?
No, por dios, me acercaría lo suficiente para que al yo suspirar, suspirases conmigo, y entonces, no haría falta tocar nada más, porque la distancia es relativa, y en ese instante lo podrías notar.