27 de octubre de 2011

Mayoría de edad

Con el pelo mojado, con el pelo suelto, con trenzas o rizado, descaradamente corto o perfectamente descuidado, pelirrojo o rubio, oscuro o completamente negro... de verdad que me da igual, si es que con un poquito de aire, con un buen atardecer, con mis ojos te hago una foto, y ahí me puedo morir. 
A eso lo llamaría yo felicidad, a trenzar mis dedos con tu pelo.
Lo de tus ojos es delito, prohibitivo y sensual, son dos ventanas al cielo, son lo que mil veces habrás leído ya. Yo no voy a repetirme, tú ya sabes, me gustan mucho, pero si encima abres los ojos en plan "soy un flan", el que se derrite soy yo, y no podría rechistar ni aunque me pidieses imposibles, de verdad.
Mi peluche, tu almohada, piruletas y chocolate, para...
Correr con un objetivo, luchar y no dormir, soñar a todas horas, compartir contigo una vida, y todo por algo muy sencillo, sentirnos mayores, sentirnos mayores de edad, hacernos una foto inolvidable.
Tu pelo, mis manos, ¿te gusta el mar?

24 de octubre de 2011

Aprendiendo

Me fallaste fortuna, una y otra vez me fallaste. Pero ya no tendrás más oportunidades.
Creo que este es el momento, que ahora o mañana, a más tardar en un mes, pero algo tiene que romperse, algo debe ser sacrificado para poder seguir adelante. Necesito algo que nunca tuve: miedo.
Necesitaré un objetivo desconocido que mueva los pies sin sentido, necesitaré un hasta nunca mala vida. Se quedará frustrado el plan, lo sé antes de empezar a planear, y me da igual. ¿Por qué?
Porque esto no va a quedar así, va a cambiar, con o sin plan, con o sin mi fuerza de voluntad, con o sin tí, cambiará.
No puedo escribir más sobre eso que no pasará, tengo que actuar, ser yo la fuerza que mueva lo que plasmo, y no al revés, joder.
Y faltarle el respeto a las normas, y tal vez llorar, y por qué no decirlo, fallar una y otra vez, y encontrar virtud en la enfermedad, pasión en la soledad. Encontrar almas gemelas que se vayan al parpadear.
No me acompañes...no lo entenderás.
Porque esto se pone movido, porque no puede mantenerse más tal y como está, y aunque te prometo que podría hacerte feliz, sé que eso lo alcanzarás tú solita, y yo no aportaré nada porque siempre me rendiré cuando más lo necesites.
No quieras saber lo que imagino que podrías sentir, lo que imagino que siento cuando siento que esto acaba de empezar, o tal vez que tiene ya un tiempo demasiado fatal. 
Cruzando la frontera, aprendiendo a caminar, así me encuentro ahora, en dos movimientos que dirán...¿ganan blancas o ganan negras? Tú sabrás.
Pasemos al lado rosa, dejando de lado el metal, nos quedan cristales claros, nos queda soñar.
Y te quiero comer la boca, quiero que seas nata de montar. Quiero decirte cosas que te hagan sonrojar.
¿Te crees que puedes funcionar? Yo lo empiezo a creer, dame tiempo, ten paciencia, y un poquito de voluntad, no caer en los tópicos, no evitar tropezar. Actúa con naturaleza, siente que siempre alguien te observará. Seré yo...
Yo te miraré cuando estén las luces apagadas, cuando estemos en una ciudad distinta, cuando no te tenga que mirar, y cuando tenga que hacerlo, no sólo te miraré, sino que mis manos te acercarán, bailaremos lo que me enseñes, y te enseñaré lo que es querer aprender.
Te divertirás con la escena, será un buen final, y lo mejor de todo eso, es que no será el final, será el principio...
¿Acaso pensabas que de compartir almohada te ibas a librar? Ni de eso ni de llorar de la risa podrás escapar si me das la oportunidad de jugar.

13 de octubre de 2011

Canción, significado.

Suena en clave de Luna.
Porque la esencia de los sueños, el pesado metal del que están hechos, tiene brillo lunar.
Una pizca de remordimientos, de mentiras piadosas y de miedos que se borran al mirar bajo la cama.
¿Te imaginas que soy tu coco? Me gustaría que me matases a besos...sería una muerte dulce, sería tu susto preferido, me lo han confesado tus sueños.
Llamame cuando no hagan falta las persianas, cuando un triste día toque a su fin, vive conmigo cuando el sol te ciegue, compartamos 24 cuatro horas sin respirar. ¿Imaginas? ¿A qué sabría ese recuerdo años después? Al inimitable sabor que tienen tus manos...
Quiero decirte te quiero de una forma en que no puedas más que llorar.
Porque si esas lágrimas de emoción existiesen. ¿Sabes que ocurriría? Que el te quiero nos uniría, no haría mitad y mitad. 
Divididos en esencia, pero unidos en lo fundamental. En ese beso bajo la luna, en ese recuerdo de que los sueños son algo material.

8 de octubre de 2011

Fin de Sevilla

Supongo que saltarme el tren, omitir paseos de maleta y gastarme el dinero en ir y venir ayudan a que me quede aquí en Sevilla. La soledad, el sueño de soñar cosas distintas a la hora de actuar, el permitirme el lujo de un par de buenas copas, yo que sé, el no vivir la vida que he vivido tantos años...
Pero señorita, a tí, que lees, de nuevo me refiero a tí, Melania.
Si hay un motivo por el que vuelvo a Palma del Río cada fin de semana, si hay una excusa imperfecta para madrugar los sábados o los domingos, si hay un capricho ajeno que siempre me gustaría satisfacer, es el tuyo.
El verte aunque sólo sean 72 minutos a la semana me da aire para aguantar la respiración cinco días más, porque me importas tanto que me atontas dulcemente. Si por alguien soy dulce, si por alguien intenté cambiar, si por alguna batalla perdida desde el principio luché, fue por tí.
Y me voy a dormir aquí, solo, descansado, de madrugada, ¿y de qué me acuerdo?
De grillos y mosquitos de tamaño inusitado, del monty que trasnocha tanto como yo, de los problemas que tengo con una maldita carrera que no me da más que disgustos, de mis deseos y tonterías...Si, me acuerdo de todo eso, y después, me acuerdo de tí, y digo... Seguro que está durmiendo tiernamente, como me gustaría estar en su cuarto, y simplemente mirarte, tenerte cerca...y se me escapa una sonrisa, la misma que tengo ahora mientras escribo.
Tú sabes el valor de esa sonrisa, aunque tenga que esperar una semana más, los dos intentaremos que no desaparezca nunca jamás.

7 de octubre de 2011

Ring!!!!!

Está en la naturaleza, en imaginarte tal y como supongo que serás cuando te despiertas por la mañana y bostezas. Porque supongo que los ángelitos también bostezan, nunca lo sabré con seguiridad sin tu ayuda...
Y es ese deseo de superarme, de cerrar los ojos de madrugada, escuchar mosquitos que me avisan de que alguien me fastidiará el plan, la mañana, la noche, el finde o simplemente el momento, esas ganas de poner en cada palabra un tono elevado que te recuerde que alguien, al otro lado de lo que ahora deberías leer en voz bajita, se emocionó antes que tú, puso todo su empeño en que sonrieses.
Me gustas muchísimo, y no sé porque (o si). Puede ser por esa imagen deliciosamente irreal que tengo de tí, o puede ser por la filosofía de vivir, sentir y seguir adelante, que me obliga a enamorarme, o lo mismo es porque soy tonto, y te quiero como los tontos quieren a las tontas, por impulso, por pasión, por cobardía, porque si.
Se hace de noche, leerás ahora, con sorna por ser de madrugada, con escepticismo por estar el sol fuera, con una verdad absoluta, lo escrito, escrito está, y aprendí a que da igual como termine, si mis intenciones al empezar están intactas al terminar.
De momento no va mal, me faltan un par de puntos que señalar, y te los voy a decir ahora mismito chiquita.
Encima de tu nariz, debajo de tu flequillo (cuando te encaprichas con él), a la altura en que me confesaría, a la distancia ideal para chocar sin explotar, habló de tus ojos, que tienen algo que supongo que se llamará...
Quizás, quizás, quizás, si quieres llamar a los míos, aquí te dejo mi teléfono ocular.
Parpadeo, parpadeo, abrir y cerrar, pedir un deseo...y empezar a soñar.