19 de diciembre de 2010

Llueve...

Venga te contaré, que se me van solos los pies, que no sé donde me largo, pero me marcho ahora mismito, es que no me apetece esperar, es que si te digo la verdad, tengo ganas de apagar...
De apagar luces y sombras, de tirarme por el suelo, de gritar mientras duermo, y de cantar bajo la lluvia, una lluvia que provoco, que busco a todas horas, una lluvia que me dice donde debo ir, la quiero tanto y tanto, que no sé, ¿cuando llegará abril?
¿Qué no entiendes que pasa? Ni yo, pero me limito a tomarme la penúltima jarra, me limito a usar un buen paraguas, espera, espera, no, que va, prefiero mojarme, prefiero cerrar los ojos por culpa de una gota tan grande que simplemente refleja el azul...azul de mis ojos, oscuro del cielo, blanco de sueños, rosa del viento, poesía estúpida, estúpida ignorancia, bendigo lo siguiente, lo que viene tras tanta marcha...
Lo que vi ayer se fue, lo que veo hoy ayer fue, y lo que mañana veré, pues bueno, eso, que ya te diré, te contaré un montón de penas, te morderás tus labios, me arrancaré a tiras la piel, me buscaré la manera de torturarme, me asaltarán mil dudas, tu paciencia será una cafetera, mi futuro, en una puñetera tetera, humo de olor indio, oscuro hasta cierto grado, y al final, al final, una respuesta, ¿cuál? La siguiente pregunta, pregunta respondida bajo mi nuevo amor, bajo esa pasión fría, bajo ese tibio calor, bajo esa lluvia que cada día me dice algo nuevo...
Que llueva por favor, que no deje de llover, quiero sentir mis calcetinos húmedos, quiero pisar charcos y maldecir, quiero esconderme en tu paraguas, quiero buscar el Sol entre tanta agua...y entre tanta y tanta lluvia, quiero sonreir...

No hay comentarios:

Publicar un comentario