Es curioso como cuando eres feliz, en lo último que te fijas es en el calendario...en la hora, ¿no crees?
Hoy ha sido un día de esos porque, que te des cuenta de que es Martes 13 a las 9 de la noche es la demostración de que la mala suerte del mundo mundial simplemente rebotaría ante tu eterna sonrisa...¿eso tiene precio? Si, lo que cuesta un tinto con limón acompañado de palomitas...muy poco precio material pero...muchísimo precio espiritual...
Soy rico, milmillonario por la suerte que estoy teniendo. Todo se está quedando corto cuando me decían que disfruatría con la vida universitaria porque sinceramente, esto en comparación con mi vida anterior, no debería llamarse vida, sino...no existen palabras, ya me inventaré una, algo que suene así como... ecandemoreeeee.
Me estoy volviendo un cursi, un tio superrepetitivo, pero bueno, ¿qué se le va a hacer?
Quiero tener un sello personal, quiero poner la felicidad que ahora disfruto cada día en cada una de las palabras, y si eso las hace demasiado melosas pues me da igual, total, para algo se inventó el sentimiento ¿no? Para expresarlo!
Que siga el día, mañana será un día de buena suerte, miércoles 14, ¿qué vendrá? No lo sé, lo mismo me peleo con el mundo, lo mismo cierran todos los bares de Sevilla, lo mismo todos los trenes de Renfe llegan a su hora o a lo mejor, hasta me divierto en TIE atendiéndo, pero pase lo que pase, os lo contaré, no os quepa duda, la magia lo mismo no es tan grande, pero el valor de las palabras si.
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