Guerra Abierta

¡Compañeros de piso!¡Luchemos!

Contra ese ejército de pelusas que a diario nos invaden por todas partes, por la más pequeña de las rendijas de la más lejana de las ventanas...son muy listas. Además, debemos no sólo combatirlas, sino prevenirlas, pues son implacables, se reproducen a una velocidad incesante, incluso más rápido que los conejos, y cuantas más son, más problemas tendremos para eliminarlas. Contra sus amigas las motas de polvo también debemos luchar, evitando que se posen en nuestros muebles, pues es lo que pretenden, hacernos parecer antiguos a nosotros y nuestros muebles, y ¡nunca lo hemos sido! En la cocina y el salón se hacen fuertes, en nuestros cuartos es responsabilidad propia, en los baños...no entrarán porque apenas si tienen espacio para asentarse...repito, la cocina es su fortín, porque las ayudamos sin darnos cuenta, y eso es justo lo que no debemos, que cualquiera pensaría que somos sus aliados...¡Prevén! Las migas de pan, los trozos de papel y cartón, los granos de maíz, las propias palomitas, todos esos son sus aliados, nuestros enemigos, y tienen un efecto devastador...son sus armas de destrucción masiva, sin embargo, cómo esas armas, es fácil vencerles de una manera...¡Previniendo! Usa los trapos, las bandejas, las balletas, son nuestros mejores amigos si siempre los tenemos a mano...

En el salón tendremos que ganar esta batalla constante y definitiva, abriles las ventanas para que el mal olor no las ayude y nos espante, pero al mismo tiempo, no dejar que se acumulen, mejor atacarlas cuando todavía un buen cepillo pueda arrastrarlas, porque luego...será demasiado tarde...

Ya lo sabes, yo no me siento solo, y con nuestra nueva estrategia de lucha constante, venceremos, estoy seguro, porque al fin y al cabo, no son más que PELUSAS, grandes y numerosas, pero nosotros somos personas limpias y humanas, si queremos, PODEMOS...

¡FUERZA Y ÁNIMO EN ESTA BATALLA...!