4 de abril de 2010

Mal vamos


Me estoy dando cuenta, supongo que todos lo haréis, porque es muy evidente, que últimamente, especialmente entre los jóvenes, entre los que llevaremos al mundo por el camino (correcto o incorrecto) en un inminente futuro que andamos bastante perdidos y equivocados en un tema que a mi parecer es de una importancia absoluta.
Piensa un poco en lo siguiente… ¿Cuántas veces le has dicho a tus padres, o a tus hermanos a la cara que los quieres? ¿Cuántas veces has preferido pasar una noche con tu abuela en lugar de quedarte en tu casa mirando el “tuenti”? ¿Cuándo has quitado valor al dinero? ¿Alguna vez, una sola vez al menos has tratado de comprender un mundo que no sea el tuyo?...
Ojalá, y de veras que lo deseo, tú seas de los que todavía existen y son capaces de responder afirmativamente y con orgullo muchas de las preguntas anteriores…si eres de esos, o bien eres un mentiroso (por lo que probablemente te irá muy bien en la vida…) o bien eres una de esas personas en las que todavía se puede depositar la esperanza de un futuro que pinta oscuro…
Yo soy el primero que reconocerá sus errores, el primero que cargará con sus fallos, y no soy para nada perfecto, es más, me considero más imperfecto de lo normal, pero tengo una gran virtud, al menos admito mis defectos y siempre que puedo, intento corregirlos… incluso eso se está perdiendo, una pena la verdad.
Supongo que estarás pensando que tú no eres así, que eres una persona maravillosa, algo diferente, pero adaptada a los tiempos que corren, que si alguien tiene la culpa de algo es esta sociedad materialista que te empuja… no te has parado a pensar un solo instante que tal vez tú ayudes en ese empujón… yo lo he pensado, y mira lo que ando escribiendo… hazlo tú también, ¿no?
Estarás bien orgulloso de haberte emborrachado tantas veces que no puedes contarlas, de haber vomitado antes de entrar en una discoteca con los colegas, de tener veinte años y haber probado tantas cosas que tus pulmones y tu hígado son de personas con cincuenta años. Claro que si amigo, estarás orgulloso que haber aprobado cinco de nueve… ¿y las otras cuatro no son importantes o qué? Estarás más que orgulloso de ser un orgulloso, de ser un hijo de tu tiempo, de preferir chatear un rato a saludar correctamente a tus padres y charlar un rato con tu hermana…a que sí. Estás muy orgulloso de no dar palo al agua tras tantos buenos años...detente un instante a pensar… ¿eso es para estar orgulloso de uno mismo?
No somos ciudadanos ideales, no somos monjas de la caridad (estas también tienen sus defectos, ojo), no somos perfectos, ni debemos buscar constantemente el bien de los demás, porque nosotros mismos debemos querernos muchísimo…sin embargo, deberíamos darnos cuenta de lo malos que podemos llegar a ser si nos enorgullecemos de lo que estamos haciendo en estos días…
Que sí, por supuesto, te lo digo a ti en particular, que eres un santo, que tus padres te tienen manía, que se te va la mano con la botella, que el dinero tampoco es tan difícil de ganar para un padre que tiene sesenta años y lleva cuarenta y cinco trabajando, que los estudios tampoco son tan importantes porque además son aburridos, que tu barriga es como es y así está bien, en lugar de por tu propia salud, salir un rato ya no a correr, sino a pasear… a ti te lo digo de nuevo… detente a pensar… yo lo estoy haciendo, y sinceramente, veo errores en todas partes…
Lo mismo ya has dejado de leer esto, si eres de esos que se han marchado a salvar el mundo, o tal vez a perder el tiempo, pues peor para ti, si sigues leyendo…no sé si mejor o peor para ti, pero mejor para mi, así mis palabras y mis buenos propósitos no caerán en saco roto…
Estar orgullosos de algo que debería avergonzarnos es el lastre más grande que tenemos hoy día los jóvenes, y digo tenemos porque por mucho que yo ahora escriba como un buenazo, soy el primero que reconoce sus fallos (esto ya lo dije antes…), es bastante patético, penoso, decadente… es bastante desesperanzador pensar que el futuro está en gente que prefiero fardar de borrachera antes que recomendar un buen libro… ¿Dónde se equivocó la sociedad? ¿Fueron los padres tal vez?...

Y si dejas de buscar culpables… y empiezas a cambiar…

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