1 de marzo de 2010

Historia Loca...

Era sé una vez, el cuento del quien es quien, del porque de las cosas raras, y del pensar de al revés. Corría un buen amigo, tras un balón que botaba, y en esto que falló el chico, y el pobre pues lloraba. Comía años después, recordando lo que hizo, y una amiga le dijo, que porque aún se lamentaba. Con tinto o con cerveza, como fuese olvidaba, que aunque una vez fuese niño, los miedos ya no estaban. Esto es poesía en prosa, o una prosa barata, la cosa es que lo que sea, al menos sea divertido. Sigue este sin sentido, con el permiso de Orange, tocando nuevos temas, de estos que uno adora; el ejemplo filosófico, de lo que no querrías abordar, se encuentra en la filosofía de la verdad, pues aunque nunca la entiendas, alguien la intenta aclarar, y cuando pasan los días, ves que toda la verdad, es tan falsa para ti, como cierta para los demás, y aunque tras esto te marees, y te puedas tropezar, tú dedícate a sentir, y a tu perro pasear, pues en mejor compañía, que en la del mencionado can, sólo estarás si eres, algo así como un Peter Pan. La música y su sentido, aclaran este pesar, de aquel que sufre cuando piensa, en la música que no le debe gustar, pero que para bien…o para mal, le está empezando a molar. Hablando con verbos rimo, pero no es rima de verdad, la rima es para aquellos, que son capaces de crear… Yo soy un punto suspensivo, soy un salto y nada más, soy un recuerdo de tu pasado, del de mi amigo que va, repitiendo y repitiendo, sin nada más que aparentar, un estudio tan inútil, como obligado a pesar, de que nadie lo quisiera, para él demostrar… Busco los sinsentidos, que a este texto deben dar, el sentido armonioso, del no saber donde terminar. Te mando un mail a ti ahora, que tú me contestarás, pero si yo te pregunto, cuando será…tú dirás amigo, vecinos de gran amar, que algún día contestaré, pero que ese día está por llegar. Gafas veo y gafas me pongo, gafas quiero para mí nada más, que las gafas a la gente, para mí que la hacen pensar. Yo no acorto las palabras, nunca escribo nada mal, pero si tú a mi me escuchas, verás cómo puedo errar. Soy un chico o una chica, soy espía de un capataz, voy vagando por la historia, de la vida de un chamán, que es capaz de hacer magia, donde nadie fue capaz. Frío es el hielo, pero más frío es el corazón, de que con la seguridad que tiene, consigue amar sin hacer, que una lágrima recorra, su rostro, pues aunque se pierda la poesía, la prosa a ti te diría, que no has de llorar sino…sino es de alegría.

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