13 de febrero de 2011

Cenizas de un fuego que prometía ser eterno...y se apagó.

Prometimos demasiado, reconozco que me equivoqué.
Soñamos mucho más de lo que estaba a nuestro alcance, ¿a quién pretendiamos engañar?
Y ahora, mirandote muy de cerca, sintiéndote muy lejos, dejo caer entre mis dedos las cenizas de la última cerilla que encendió la penúltima vela de nuestra primera cita, ¿la recuerdas?
Y odiaría tener que lavarme las manos, porque resulta que me gusta ese olor, mezcla de tostado, mezcla de pasado, mezcla de tí, serán los sueños, ¡yo que sé!
¿De verdad este es el final? ¿De verdad no hay nada más que hacer?
Calla...
Y bésame, recordándome la primera vez.

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