Y te pones a recordar de repente, porque vale la pena hacerlo…
Y empiezan las cosas cuando todavía eras un niño (y quizás todavía lo eres) y conociste a alguien, pero no parecía especial, conociste al mismo tiempo a varias personas, pero ahora, varios años después ves que si que era especial, porque sólo queda ella, y la relación que antes era infantil ahora es muy fuerte, porque ni la distancia acaba con ella…
Y vas creciendo, y siempre existen los colegas, y siempre te diviertes porque te vas sintiendo menos niño sin dejar de serlo, y empiezan también los problemas en la clase, los días en que toca decidir de qué lado estás, y ahora, tiempo después, ves que elegiste bien, porque los amigos que hiciste, perduran, en mayor o menor medida tienes un relación importante con ellos, pero sobre todo con él y con ella…
Con él, la cosa tiene sus más y sus menos, pero yo creo que sí, yo creo que somos amigos…Con ella, con ella tienes una relación tan tormentosa como fuerte, tan diferente como real, tan especial como sencilla, una relación que debería tener un nombre diferente al de la amistad…
Y aparece también internet, ese hervidero social en que conoces a muchísima gente, en que cada día la hipocresía triunfa con un “yo te agrego por guay” y un “hola, que tál? Y ya está…”. Pero claro, de una entre mil, pues sale algo interesante, conoces a alguien, y no es fácil, porque normalmente internet rompe barreras que son más complicadas en la vida real, pero bueno, todo empezó bien, todo se torció, pero como rectificar es de sabios, pues los polos opuestos siguen siendo amigos, y ella lo sabe tan bien como yo…
Y de lejos conoces a alguien, digo de lejos no por la distancia, que existe, sino por vivir en mundos distintos y, siendo sincero, porque no soy capaz de recordar, aunque no hace tanto tiempo, cuando dejé de saludarte con un “hola y adiós” para mandarte un sms tan estrambótico como irrelevante, esperando una respuesta tan divertida como cierta, sin dejar de ser paranoica… Otra relación que demuestra la falsa generalización de que todas las generalizaciones son falsas y que toda relación es diferente…ves, me lié pensando en ti, siempre me pasa…será la amistad…
Y me fui de mi casa, y llegué a Sevilla, y nadie dijo que fuese fácil, pero tampoco que la cosa fuese tan complicada al principio, ahora bien…una vez saltó la primera chispa, lo demás fue pan comido la verdad…
Y llegaron la sabiduría y la madurez de tu mano, otro amigo más, a la par que una amistad totalmente opuesta a mí, y no por ello menos verdadera y sólida, simplemente variedad…Los dos sois mis amigos, lo saben, claro está, esa historia acaba de comenzar, seguramente en unos años seguirá, yo ahora lo veo claro al menos…
Y llegó ella también, y con ella, poco después, una especie de segundo premio, pero nada más lejos de la realidad, las dos valen muchísimo, y con las dos me queda mucha historia que escribir y leer…y lo que vendrá, el tiempo lo dirá, y lo que necesito…
Necesito un yo que no sea yo, pero tampoco me quejo, si te paras a pensarlo, soy un afortunado…
Y empiezan las cosas cuando todavía eras un niño (y quizás todavía lo eres) y conociste a alguien, pero no parecía especial, conociste al mismo tiempo a varias personas, pero ahora, varios años después ves que si que era especial, porque sólo queda ella, y la relación que antes era infantil ahora es muy fuerte, porque ni la distancia acaba con ella…
Y vas creciendo, y siempre existen los colegas, y siempre te diviertes porque te vas sintiendo menos niño sin dejar de serlo, y empiezan también los problemas en la clase, los días en que toca decidir de qué lado estás, y ahora, tiempo después, ves que elegiste bien, porque los amigos que hiciste, perduran, en mayor o menor medida tienes un relación importante con ellos, pero sobre todo con él y con ella…
Con él, la cosa tiene sus más y sus menos, pero yo creo que sí, yo creo que somos amigos…Con ella, con ella tienes una relación tan tormentosa como fuerte, tan diferente como real, tan especial como sencilla, una relación que debería tener un nombre diferente al de la amistad…
Y aparece también internet, ese hervidero social en que conoces a muchísima gente, en que cada día la hipocresía triunfa con un “yo te agrego por guay” y un “hola, que tál? Y ya está…”. Pero claro, de una entre mil, pues sale algo interesante, conoces a alguien, y no es fácil, porque normalmente internet rompe barreras que son más complicadas en la vida real, pero bueno, todo empezó bien, todo se torció, pero como rectificar es de sabios, pues los polos opuestos siguen siendo amigos, y ella lo sabe tan bien como yo…
Y de lejos conoces a alguien, digo de lejos no por la distancia, que existe, sino por vivir en mundos distintos y, siendo sincero, porque no soy capaz de recordar, aunque no hace tanto tiempo, cuando dejé de saludarte con un “hola y adiós” para mandarte un sms tan estrambótico como irrelevante, esperando una respuesta tan divertida como cierta, sin dejar de ser paranoica… Otra relación que demuestra la falsa generalización de que todas las generalizaciones son falsas y que toda relación es diferente…ves, me lié pensando en ti, siempre me pasa…será la amistad…
Y me fui de mi casa, y llegué a Sevilla, y nadie dijo que fuese fácil, pero tampoco que la cosa fuese tan complicada al principio, ahora bien…una vez saltó la primera chispa, lo demás fue pan comido la verdad…
Y llegaron la sabiduría y la madurez de tu mano, otro amigo más, a la par que una amistad totalmente opuesta a mí, y no por ello menos verdadera y sólida, simplemente variedad…Los dos sois mis amigos, lo saben, claro está, esa historia acaba de comenzar, seguramente en unos años seguirá, yo ahora lo veo claro al menos…
Y llegó ella también, y con ella, poco después, una especie de segundo premio, pero nada más lejos de la realidad, las dos valen muchísimo, y con las dos me queda mucha historia que escribir y leer…y lo que vendrá, el tiempo lo dirá, y lo que necesito…
Necesito un yo que no sea yo, pero tampoco me quejo, si te paras a pensarlo, soy un afortunado…
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