Me apetece cogerte pícaramente dos dedos, y suponer que nos estarán viendo y se estarán escandalizando... es un pequeño placer según ellos, pero significa mucho más para nosotros, y sólo nosotros lo sabemos.
Y tontear, y no saber qué más decirte, y escucharte susurrar, y por una vez ser yo el que se divierta, y por una vez dejarme excitar.
Siempre desequilibré la balanza, siempre así nos fue genial, nunca tuvimos necesidad de devolver favores, nunca te pide nada que no me pudieses dar. No ha llegado ese momento, que nadie piense que ahora quiero más, simplemente hemos llegado a un punto, a un estado de felicidad, que me basta con mirarte, para que sepas lo que creo querer, y lo que quiero que me des.¡Te vas a enterar! Cierra los ojos, apaga las luces, te voy a hacer sonrojar, no digas que no te lo advertí, mis manos tienen por tu culpa, total libertad, no digas que no te gusta, no me hagas parar ahora, estamos descontrolados, y nos gusta esa facilidad, para hacer las cosas si queremos, para mirarnos sin mirar, para apagar las luces, para trasnochar un día más...
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