12 de marzo de 2011

Las cosas pequeñitas

Suenan las malas lenguas...
Y te digo guapa, creetelo cuándo te lo digo, creete que no debe costarte nada creerme, porque te lo digo de corazón, te lo digo de verdad. Podriamos ser la envidia sana de mucha gente, podriamos ser el ejemplo deseado de otros tantos, pero no somos nada de eso, porque somos algo diferente, algo único, algo que sólo entiendes tú, que ni siquiera yo alcanzo a entender, no hace falta que me lo expliques, yo sé que lo que tengo es único, con eso me basta...
¿Quién querría saber la respuesta a una pregunta que no sabe formular? Nadie, por eso no me quita el sueño ponerle nombre a lo que tenemos, ponerle ojos a nuestros sueños, ponerle foto a nuestro presente, y ponerle futuro a nuestro nosotros...
Y te acabas por agotar, y se me acaban las tonterías que decir, y entre tanto adorno, algo debe quedarte claro, un simple instante de sombra que te recuerde, que aunque lo intente una y otra vez, lo que de verdad siento, sólo lo sabes tú, y con eso nos conformamos los dos, ¿no?

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