Ese amor correspondido entre las cámaras y tú, resulta tan obvio y tan divertido.
Esos andares casi sin pisar, sin hacer ruido estridente, sin dejar indiferente. Es tan similar aquella de la que hablan en tercera persona a tu mitad, que a menudo pareces una mera imagen, que con frecuencia no pareces real.
Con las manos nada se te escapa, sencillamente no oponen resistencia a tu paso todos los retos, es como si tú fueses la medida de tí misma, y así es muy fácil superarse, así es muy fácil sorprendernos, es muy sencillo ser la reina de lo que quieras ser.
No creía que seas de verdad, eras meras apariencias, eras una máscara ideal, eras la barbie perfecta, sin oportunidad de hablar.
Me dió por hacerte caso, por darte una oportunidad, resulta que eres humana, resulta que eres una más, (muy especial) con tus tonterías de niña, con tus virtudes de andar por casa, con tu tipito de princesa de cuento que se cree lo que es, una chica que si quiere, si intenta lo que busca, lo tendrá.
Esa es tu mayor virtud, ser una chica normal, o me dices pronto un defecto, o me voy a enamorar.
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