A mí, así

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Compás de espera, paciencia, sin prisas, se llega...
Apaga, y empieza, ¿imaginas? Es ella.
Violencia, pobreza, vivir con los ojos cerrados, vivir asustados...
Encontrar inesperadamente aquello tan ansiado, acercarme poco a poco, evadirme y romper a...volar.
No puede parar, no sabe como hacerlo, no quiero parar, no quiero tropezarme, quiero saber rectificar...
No me hagas esto, no quiero dejarte marchar, ¿realmente es un adiós? Sabes que me matarás.
Triste, apagado, sin esperanzas, sin fe, y con la triste creencia de que volverás, siendo un ignorante, sin dejar de llorar, alejado de la gente, alejado de mí, nada ya entiendo, ¡ya no estás aquí!
Y joder, te quería, y te sigo queriendo, decías que era lo importante, que todo es sentimiento... No te marches mi vida, no vayas a soplar, si se apaga tu luz, no sabré hacia donde andar, si solo queda música, yo, sinceramente, no podría callar...
Hazme un favor, pequeña, deja de llorar, vuelve a mis brazos vida mía, intentemoslo una vez más...

Casi con total seguridad

No va a pasar, así vivo yo, pero... ¿y si pasa?

Y prefiero no pensar en lo que me puedo perder, y prefiero no soñar, prefiero acostumbrarme a mirarte al otro lado, viendo como tu mitad no resulto ser yo, viendo como yo ando falto de mi mitad.

Y por favor, no quiero una canción de triste amor más, no quiero escuchar otro te quiero, no me apetece nada que no sea...no, ya ni eso que antes compensaba, no me apetece nada.

Y luego está esa gente, tanta y tanta gente con la que tropiezo cada día, y mi mundo, mis personas, aquellos por los que algo siento, las piezas de mi puzzle, y ya se van...se mojan esas piezas, hasta ellos me dan igual.

¡Y todo es culpa tuya! Me digo porque quiero escuchar, ¿y si es culpa mía? ¿Y si soy el hombre sin mitad?

No quiero imaginarlo, aunque cabe la posibilidad.

Más dolor

Diez minutos más, y quince después, y media hora, y se acaba por hacer de día. Parece que fue hace un instante cuándo me acosté, y han pasado seis horas, y lo único que he hecho es sudar, y remover mis sábanas, y reafirmar mis pies fríos. Estoy jodido.

Fuera hace frío, y me da igual, el calor no lo siento, pero el combate ya empezó, lucho contra mi cuerpo, mente contra corazón.

Despierto con el pie izquierdo, y no lo cuento, no me importa, lo supongo... y lo niego. Tengo días malos y días peores, no hay oasis ni descanso, no hay reclamo en Las Vegas que me desconecte y me de luz. El descanso del guerrero lo perdí, me convertí en cobardía, en joder lo que más quise, y ahora no hay más.

Llueva, empieza a tronar...creo que me lo estoy imaginando. Voy a apagar la música. Intentaré dormir, no creo que lo haga, pero necesito dejar de sufrir un rato, necesito ser jarrón, tras tanta humanidad.

Dolor

Acostumbrado como estoy ya, me lo callo, y no sirve de nada callar.

Despertarse de mal humor, y pagarlo con platos rotos, tener ganas de llorar, y explicar que no me he peleado contigo, que no me cae mal el mundo, que simplemente es cosa mía, que mejor no me preguntes.

Dolor a todas horas, más o menos intenso, dolor que trasnocha, dolor que me transforma. Mal hábito cogí cuándo supuse que sería pasajero, cuándo no le di la importancia que tenía, cuándo estuve a tiempo de evitarlo, y pasé...

Ahora toca sufrir, toca soportar otro día más, toca morder la almohada, toca ocultarte verdades, toca llorar de verdad, porque cuándo el dolor me toca, mal...mal...mal.

(Ese indescriptible sonido de una risa que no he tenido la fortuna de escuchar)

Vas a aguantar la respiración tanto como te sea posible porque es posible que sino lo haces no entiendas nada de lo que digo. Dije que tal vez no entendieses nada, quizás quise decir que hagas lo que hagas no lo entenderás porque no tendrá sentido, ¿qué tontá, no? Pues si, pues eso, pues va, hablemos sencillo de cosas que no te atreves a contestar.

Usar rotuladores para escribir en mi espalda tu nombre tiene maldad. Escribir tu nombre y luego emborronarlo no tiene perdón porque sabes que si me lo pides te tendré que perdonar. Juegas conmigo al juego ese que se llama, juguemos a ver quién aguanta más, si tú porque me consientes, si yo porque siempre querré más.

Y te inflas a llorar, y lo haces porque no puedes parar, y te pregunto porque lloras, y vaya estupidez acabo de preguntar.

Lloras por mí mi vida, lo sé y sabes que lo sé. Pero me enseñaste una cosa, uno vale lo que es, y las lágrimas que puede provocar, porque si te marchas sin hacer llover, es porque el tiempo que estuviste, no lo supiste aprovechar. Hoy te pido al oido, la última oportunidad.

Deja de llorar pequeña, dejame hacerte reir, dejame llevar a buen puerto, lo que perdimos entre tanta tempestad.

God-Shaped Hole

Y tú te preguntarás que significa eso...pues muy mal, porque deberías entenderlo. Y cuando lo entiendas, te preguntarás de que voy, y fatal de nuevo, porque deberías empezar a conocerme.

Infinita ingenuidad, llegada aleatoriamente, no sé como explicar, que lo que siento no se puede explicar. Perdido, así me siento, ¿cuándo? A menudo. ¿Bastantes veces? Tampoco tantas... es simplemente, que a veces me gusta quejarme, que me escuches, que me hagas saber que no estoy solo. Es egoismo, pero no tengo maldad, te lo prometo.

No tengas miedo, creéme, soy un cobarde, pero a tí, en particular, no te dejaré marchar. Corro rápido, a ningún lugar, no sé cuál es mi principio, dime tú el final, explicame porque a ratos, en las noches más tontas del mundo, se cae el mundo a mis pies.

Y me voy a largar, te voy a decir adiós, no me voy a adornar, no te voy a regalar flores, no tengo cambio de diez, no puedo sino llorar, no me queda otra cosa, que decirte que si fueses música, a ratos serías viva voz, y a ratos... a ratos serías el volver a empezar.

Lo que me callo, lo que me escuchas

La música de Coldplay tiene algo, es como el olor a cesped (¿quién no siente algo especial en ese olor?) o el sabor de un red bull, es algo particular, te puede gustar o no, pero no me niegues que hay sensaciones que te hacen...sentir.

Eres tú eso, una sensación, una persona, pero no una persona más, eres un motivo, un propósito, eres casi mágica, eres real, eres mis sueños, eres perfectamente humana, con defectos y malos ratos, con cosas que compensan lo demás.

No pierdo la fe, no pierdes las ganas, no nos evaporamos, no dejamos de soñar. No paramos de decirnos que sin el otro no somos nada, no nos damos cuenta de que el tú y el yo ya no existen, de que desde hoy, somos nosotros, de que eso no lo entendemos, de que no intentemos explicarlo, de que con vivirlo, tenemos más que suficiente...

¿Está claro? Cristilino

¡Va a funcionar! ¿Por qué no iba a hacerlo? Siempre me pusiste excusas para no intentarlo... quedate en silencio, por una vez, dame una lección que no pueda replicar, hazme callar con tu silencio.

Empiezas a creer, te cuesta respirar, consigo que no puedas parpadear, estás sintiendo lo que yo, y a cada momento más y más. No sabemos donde va, no sabemos donde ir. Tú buscas compañía, yo te busco a tí, somos dos almas, opuestas... listas para vivir.

Ni un adorno más, ni una rima concedida. 

Se acaban los favores, empiezo a sentir, dime si sientes lo mismo, dime que no sabes que sientes, no me lo digas a mí. Diselo a mis labios, ellos pueden oir.

¡Fallar fallaremos! Pero dime si no lo hacemos, ¿a qué llamaremos felicidad?

Ataduras

Nada me ata ya a nadie, nadie me ata ya a nada. No existen ideales ni futuros que pescar, no quedan ya sueños ni amigos a los que mostrar lealtad, ahora soy libre de hacer lo que me de la gana, ahora tengo libertad total.

Y justo ahora que aprendí a no depender de los demás, a no dejarme defraudar, ahora que asumí que la vida te da una de cal y otra de arena, resulta que cuando más facilidades tenía para saltar al vacío, me volviste a atar.

Y creo en tí, en la vida después de tu marcha, en las palabras que te callas, en los regalos que no tengo que hacerte, en esas cosas que hacen fuerte al que carece de fe. Dudo que me aceptes, que me tomes en serio o que simplemente me escuches, eres libre para hacerlo, y precisamente por eso no lo haces.

Yo soy libre para decidir que elijo, y elijo estar atado a tí, con todos sus riesgos, con su regusto amargo, con el casi pero no, y me conformo con ello, con esa libertad del mundo que me rodea, con esa elección de que mi mundo seas tú. 

No es que sea un cobarde, no es que haya cambiado tú por vosotros, es que llegados a este punto, yo no se entiende sin nosotros, tú no dependes de mí, pero afortunadamente, yo si dependo de tí.

Nada, nada, nada

No hay nada de nada de nada en este mundo (y en cualquier otro mundo) que me guste más que verte salir de la ducha con el pelo mojado. De verdad, si los ángeles existen, deben parecerse a tí en ese instante.

No me gusta que te pongas zapatos, mejor ponte de puntillas. No me gusta que trates de peinarte, mejor dejame ser yo quien no te peine. No me gusta que vayas provocando, estoy en contra del calentamiento global. Me gustas tú, tú y nada más que tú, y te lo digo una vez más, si existiese otra como tú, también sería mi mitad.

Me gusta imaginar que para verte tal cuál eres no me hace falta imaginar, tengo la fortuna de tenerte cada día al final de mi almohada. Tú no sabes lo mucho que eso significa, pero significa mucho y más.

Esto es amor, una de sus formas, una entre mil más, imagina alguna tú, imagina imaginar.

La Reina del Instituo

Ese amor correspondido entre las cámaras y tú, resulta tan obvio y tan divertido.

Esos andares casi sin pisar, sin hacer ruido estridente, sin dejar indiferente. Es tan similar aquella de la que hablan en tercera persona a tu mitad, que a menudo pareces una mera imagen, que con frecuencia no pareces real.

Con las manos nada se te escapa, sencillamente no oponen resistencia a tu paso todos los retos, es como si tú fueses la medida de tí misma, y así es muy fácil superarse, así es muy fácil sorprendernos, es muy sencillo ser la reina de lo que quieras ser.

No creía que seas de verdad, eras meras apariencias, eras una máscara ideal, eras la barbie perfecta, sin oportunidad de hablar.

Me dió por hacerte caso, por darte una oportunidad, resulta que eres humana, resulta que eres una más, (muy especial) con tus tonterías de niña, con tus virtudes de andar por casa, con tu tipito de princesa de cuento que se cree lo que es, una chica que si quiere, si intenta lo que busca, lo tendrá. 

Esa es tu mayor virtud, ser una chica normal, o me dices pronto un defecto, o me voy a enamorar.

Colorada

Si supieses lo que estoy pensando ahora mismo, te pondrías colorada...para empezar.

Eres ese último trozo de tarta que se guarda para el último domingo del verano, tanto me apeteces, que me como las uñas por no comerte a tí.

Quiero hacer contigo cosas que harían gritar a los creyentes, que harían sonrojar a un heavy, quiero hacer contigo cosas que no se pueden decir, que casi está prohibido hacer.

¡Haz cosas que no pueda mirar! ¡Apaga las luces por favor! Dejame creer que podré tocar eso que los demás quieren tocar, me basta con imaginarte, pero si alcanzo a hacerte disfrutar...entonces ya...suspira amiga, te haré suspirar más y más...

No es que lo que hagamos esté mal, es que si esto no es pecado, si tanta felicidad que es censurada, no imagino nada que nos puedan quitar.

Callate, dejame usar mis dedos para hacerte callar, buscaré entre tus...buscaré sin mirar, prometeme que pase lo que pase, no dejarás pasar la oportunidad, de creer que si este es nuestro último día en el mundo, no lo dejamos pasar sin más.

Hagamoslo una vez más, hagamos las cosas mal, suponte que no te quiero, dame motivos para no dudar.

Eso que dicen que eres, pues más.

Te prometo que eres la última imagen que vi cuando cerré los ojos, eso que realmente amamos sin saber y que no podemos evitar sentir, eso eres tú, creeme.

Que me aburro si no estás, si no te escucho decirme tonterías, si alguien hace alguna estupidez. Que eres mi debilidad, ese buenos días que uno dice porque siente cuándo se despierta y está escuchando llover. No sé si lo entiendes, es amor, tampoco lo compliques más.

Ese verte en una taza de café, en la única farola que parpadea en toda la avenida. Verte en un garabato de la parada del autobús, en un artículo de un periódico barato que leo por casualidad. No es que estés en todas partes, es que yo te llevo a todas partes, porque donde yo pienso, cuándo yo siento, tú estás.

Dos procesos distintos, amar y pensar, un mismo objetivo, muy sencillo, ser feliz a tu lado, cueste lo que cueste.

¿Tonteamos?

Me apetece cogerte pícaramente dos dedos, y suponer que nos estarán viendo y se estarán escandalizando... es un pequeño placer según ellos, pero significa mucho más para nosotros, y sólo nosotros lo sabemos.

Y tontear, y no saber qué más decirte, y escucharte susurrar, y por una vez ser yo el que se divierta, y por una vez dejarme excitar.

Siempre desequilibré la balanza, siempre así nos fue genial, nunca tuvimos necesidad de devolver favores, nunca te pide nada que no me pudieses dar. No ha llegado ese momento, que nadie piense que ahora quiero más, simplemente hemos llegado a un punto, a un estado de felicidad, que me basta con mirarte, para que sepas lo que creo querer, y lo que quiero que me des.
¡Te vas a enterar! Cierra los ojos, apaga las luces, te voy a hacer sonrojar, no digas que no te lo advertí, mis manos tienen por tu culpa, total libertad, no digas que no te gusta, no me hagas parar ahora, estamos descontrolados, y nos gusta esa facilidad, para hacer las cosas si queremos, para mirarnos sin mirar, para apagar las luces, para trasnochar un día más...

Incompleto

Suena un poquito de Knopfler en mi ordenador, es bastante tarde (aunque acostumbro a trasnochar aún más) y no me apetece meterle mano a mi almohada (la noto demasiado blanda si la comparo con la del hospital, ¡qué cosas!). Total, que entre una y otra cosa, no me he acordado de ti, pero me he propuesto hacerlo, caprichos de un corazón aburrido, deseos de una mente cansada de soñar.

Y me he dicho que no serán más de mil palabras las que me robes esta noche, y parecerán pocas, pero no es así, son bastantes, te lo digo yo… suficientes, estoy seguro de que sabes que son suficientes.

Que te imagino sentada junto a un semáforo, habiendo encontrado la mitad de tu naranja, esa que consiga hacerte esperar sentada, y me sonrío, porque no le pongo cara a esa persona, pero si pongo cara a tu expresión, mitad extrañada, mitad ilusionada, casi totalmente cierta, completamente imaginada. Es difícil suponer cosas que no pueden ser, aunque pudieran serlo con facilidad, tú las complicas cada día, tú haces que la magia de las cosas esté en que no se pueden imaginar con facilidad.

Y paseamos, en mis ilusiones paseamos, y con un destino claro, un caminito que me callaré, pero que por una vez, conozco al dedillo, y esa seguridad que tanto necesito convive tranquilamente con tus ansias de vivir en la sorpresa, de ser pura incertidumbre, con tu forma de contrariarme, supongo que me entiendes, ¿verdad? Haces como que no poniendo los ojos en blanco, pero ya no me engañas, te gusta que intente saber a dónde vas, y te gusta imaginar un poco que soy capaz de guiarte levemente…

Es un tira y afloja, un ni contigo, ni sin ti, es una situación de tensión que no aflora, una rima entre tanta prosa, un yo que sé justo antes de despedirnos. Lo sabes bien, sé que no hablo sólo, sé que estás al otro lado.

Y ahora vamos ordenadamente, al momento en que me toca sonrojarte, diciéndote eso que de sobra sabes, eso de que eres mi diosa fortuna, eres mi perfecta melodía, eres la tontería que me hace babear cuándo veo a los pájaros cantar, eres lo más pequeño que todavía puede hacer sonreír a un viejo, eres lo más grande que puede impresionar sin asustar a un bebe de pocos meses, eres ese punto intermedio, el perfecto complemento de aquello que resulta opuesto, y que no puede desaparecer, eres como ese trocito de imán que mantiene unido un número de teléfono al frigorífico. No sabes para qué quieres ese número justo ahí, no sabes cómo llegó a ser importante para ti, pero cuídalo, cuídate de no perder la oportunidad de mantener abierta esa ventana abierta, nunca sabes cuándo en un arrebato de cuerda locura puedes necesitar un rescate de algo que jamás imaginaste que pudiese salvarte.

Las cosas pequeñitas

Suenan las malas lenguas...
Y te digo guapa, creetelo cuándo te lo digo, creete que no debe costarte nada creerme, porque te lo digo de corazón, te lo digo de verdad. Podriamos ser la envidia sana de mucha gente, podriamos ser el ejemplo deseado de otros tantos, pero no somos nada de eso, porque somos algo diferente, algo único, algo que sólo entiendes tú, que ni siquiera yo alcanzo a entender, no hace falta que me lo expliques, yo sé que lo que tengo es único, con eso me basta...
¿Quién querría saber la respuesta a una pregunta que no sabe formular? Nadie, por eso no me quita el sueño ponerle nombre a lo que tenemos, ponerle ojos a nuestros sueños, ponerle foto a nuestro presente, y ponerle futuro a nuestro nosotros...
Y te acabas por agotar, y se me acaban las tonterías que decir, y entre tanto adorno, algo debe quedarte claro, un simple instante de sombra que te recuerde, que aunque lo intente una y otra vez, lo que de verdad siento, sólo lo sabes tú, y con eso nos conformamos los dos, ¿no?

Lo mínimo que puedo hacer...todo lo que puedo hacer.

No creo que pienses que yo creo que sirve de algo, no apostaría en tu contra jamás, no sabremos decir no cuando haga falta, pero tanta negación tampoco te ayudará, tampoco nos ayudará pequeña.

Estamos sentenciados, está escrito desde hace mucho tiempo, pero por suerte podemos leer lo que queramos, y cerrar los ojos cuando tengamos miedo, no sé si me entiendes porque no creo que me explique.

Simplemente limitate a ser, a actuar a tu parecer, borra tus apariencias, no te engañes a tí misma, no es saludable alimentarse de las dudas...

Son tus decisiones las que te hacen a tí, y no al revés, recuerda esto cuándo tengas miedo de lo que eres, cuándo no sepas qué decidir. Sospecho que a menudo tiemblas de miedo por tí misma, por esta vez, no tengas miedo de decidir, primero eso, y después tú, y así tú serás lo que quisiste ser antes de echar a andar.

Te quiero, te quieren, en líneas generales, te parecerá una tontería, pero cuándo más sola estás, más quiero que recuerdes que si quieres, si decides tenerla, tendrás compañía, tendrás un sueño tonto que compartir, un par de cañas que tomar y una foto borrosa de la que reirte... si decides quedarte, nosotros decidiremos esperar.

El ocaso de un otoño que se demostró lluvioso

Porque cada día estoy más enamorado de la lluvia, de mi almohada, porque semana tras semana cruzo los dedos para que llueva entre semana, para que salga un sol mojado pasado el mediodía de un viernes que se antoja divertido.

Hago como que toco la guitarra, dejo que la ventana de mi cuarto se moje, y no permito que la lluvia descanso porque yo no paro de cantar fatal. Total, que resulta divertido verme delirar, verme soñar con que lo que hago tiene un mínimo de sentido, aunque sabemos que no lo tiene.

Y es que me gusta el otoño, esa calma que tanto necesitan mis nervios, ese olor a recuerdos del verano, esa esperanza puesta en volver a empezar el siguiente año, ¿no sientes tú lo mismo? Sin duda, es especial, lo quieras o no, ver las hojas caer transmite tranquilidad, porque sabes que aunque mueran, en unos meses, nuevas hojas brotarán.

Melancolía líquida no apta para el consumo, mecánica lógica que se escapa a la cordura, estaciones en penumbra, sueños que no puedo detallar, que quisiera entender, de los que no debería despertar, cerrar los ojos bajo unas sábanas, y pasar frío sin tiritar, eso es Otoño, un año más.

El menos fuerte de aquellos que son poderosos en acción...

Yo de todos modos te recomiendo que mires a otro lado, porque cuándo escuches lo que siento, te sonrojarás.

Que te puedo susurrar palabras de color verde, de color rojo, e incluso de color blanco en el oído mientras sueñas. Y soñarás conmigo dormida, y yo contigo despierto, y soñaremos juntos...separados por dos ventanas.
Dirás que no te diga nada más, y cerraré la boca y los ojos, y esperaré tranquilo y sin miedo, ese beso que llegará.
Que contigo no tengo miedo, no sé qué significa esa palabra, no recuerdo la última vez que temblé a tu lado, pero estoy seguro de que fue de pura emoción, porque los niños pequeños como yo, sólo sentimos con fuerza lo que amamos de verdad. Creeme chiquita, puedo ser tu principito, podemos incluso volar...
Te voy a contar un secreto, el porqué me enamoré de tí, te diré que cuando tarareas Esa Canción es cuando siento que no puedo más, que si no te miro a los ojos y te hago sonrojar de vergüenza, no puedo hacer nada.
Te quiero comer entera, te quiero cuándo estoy tonto, te quiero hasta cuándo estás tonta, te quiero tanto tonta, que de tanto como te quiero, la gente opina que ando atontado, lo que ellos no saben, es que realmente, yo SI estoy enamorado.

Mentira

Trato de decirte la verdad y que te la creas, y eso es un problema.

Tratas de engañarme, de hacerme mirar a otro lado, y no cuela, y otro problema más.

Trato de callarme, de disimular, consigo hacerte reir, siempre al final...más problemas, más.

Te crees que me tienes conquistado, que puedes venderte al primero que pase, te crees que no me rompes el corazón si me mientes, ¿quién tiene un problema?

Y vamos a medias en esto de aparentar grandeza insostenible, y compartimos bajos de cama cuando tenemos miedo, y al final confesamos nuestros pecado al contrario, al adversario, y al final terminamos por ser nosotros los que nos fallamos.

Y al final todo es mentira, aunque no nos lo imaginamos.

Adornos de una habitación sin luces

Dime que no, atrevete a negarte a tí misma, sólo necesito un motivo para marcharme, pero me lo tienes que dar tú.
Tú que siempre me tiraste tantas cosas en cara, que nunca mantuviste la boca cerrada, si, tú que tenías por lengua una daga de plata, atrevete a enfrentarte a tus demonios, atrevete a desafiarme...
Dime que no, por una vez, mientete a ver si eres capaz de engañarme de verdad, a ver si consigues hacerme pasar por el trance de tener que dejarte marchar...
Porque sé que no, que no lo harás, que te gusta este dañino tira y afloja, que te apetece verme cada día tras de tí, con los ojos llenos de ira, siguiendo tu compás.
Pero el problema ahora está en tu ventana, el problema te lo has encontrado al fin, tú te lo has buscado, por soñar que los sueños no se hacen nunca realidad, por vivir en la ignorancia de que siempre sabrás un poco más que yo...
Pues no, te equivocaste, y ahora no me da la gana decirte adiós, y ahora que tú me quieres, quién no quiere soy yo...