12 de enero de 2010

El futuro de la UE

Bueno pues, en la temática de que debe hacer la Unión Europea en el futuro, especialmente en el 2010, yo creo que debe cambiar de rumbo en sus objetivos, y no pensar en un corto periodo de tiempo, sino más en un futuro a medio plazo.
Los objetivos económicos se consiguieron hace mucho, estamos unidos por diferentes políticas económicas que un joven no debería analizar porque simplemente erraría, pero que quedan en manos de economistas que con mayor o menos acierto pero con buena voluntad podrán dirigir de la mejor forma posible.
El futuro político no es brillante, tal y como sucede en la política nacional de muchos de sus miembros. La clase política actual está obligando la primera de sus obligaciones, que es representar a sus votantes, y con el debido respeto, se está dejando de lado la opinión y la creencia de la mayoría de los europeos enfrentándose en disputas partidistas que no favorecen ni a la clase política (cuyos niveles de popularidad son cada día más bajos) ni al ciudadano de a pie, que deja de creer en el sistema democrático y en sus mecanismos para realizar su felicidad, que al fin y al cabo debe ser el objetivo, la felicidad común.
El futuro social es el más relevante, y el que menos valor tiene, o al menos el que menos repercusión provoca. Estamos unidos por unos medios de transporte y comunicación que han reducido las distancias como nunca jamás se podría imaginar, por unas fronteras que no van más allá de lo económico, de modo que el europeo se encuentra con las puertas abiertas de cualquier país de la unión, sin embargo, pese a todas estas muestras de buena voluntad, se necesita algo más, la esencia que de el impulso definitivo a la Unión europea, esa esencia es el espíritu común.
Necesitamos algo que nos una más que el dinero o nuestra historia, más que la política o la inexistencia de fronteras, necesitamos que cada uno de los ciudadanos de la UE se sientan europeos primero, y franceses, italianos, polacos, etc. dependiendo de su país de nacimiento.
Los paises en la UE no deben desaparecer, pero si deben desaparecer los intereses nacionales, para centrarse en los intereses de la Unión, pero esto es imposible de conseguir mientras que cada ciudadano de la unión no se sienta como tal.
Fomentar planes para el desarrollo de la conciencia europea tales como la organización de encuentros entre jóvenes europeos desde edades tempranas para que discutan sobre su sentimiento respecto a la UE, la creación de una educación similar en todos los países, en la que prime la unión sobre la nación concreta, la búsqueda de metas comunes que fomenten la hermandad de paises olvidando su nacionalidad a un plano secundario, la creación de un frente común que movilice la sociedad para combatir el cambio climático y la búsqueda definitiva de la imposición de los derechos humanos.
Todo esto no será sin embargo posible, sin tiempo, tiempo para que el español, el alemán o el griego empiecen a sentirse euroepos más allá de su propia nacionalidad, porque actualmente, la unión europea es una agrupación de naciones con una política económica común en lo esencial, unas fronteras tan abiertas como les es posible y unos interesés bastante cercanos, pero debe ser, y ese debe ser el objetivo fundamental de la clase política y de los mismos ciudadanos, una nación con una multiculturalidad tan propia como compartida, con unos intereses políticos descentralizados pero dirigidos en el mismo camino, una economía propia de un gigante económico único pero con corazón(algo hasta ahora no conseguido) y unos ciudadanos que cuando piensen en su país, piensen en Europa.
Sin más, un saludo

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