23 de mayo de 2010

LA DELGADA LÍNEA ROJA


Existen cosas que son muy fáciles de distinguir, de diferenciar, como por ejemplo si llegas o no llegas tarde, es algo que o cumples o no cumples, no hay dudas salvo que no dejes las cosas claras. También las matemáticas, son como son, y salvo que crees nuevos principios (que se amoldarán a lo anterior), en las matemáticas todo está establecido y las cosas que están bien, estarán bien siempre, y las que están mal, pues es imposible que estén bien, hay no existen dudas, sin embargo, eso no es lo normal, aunque lo parezca…
Lo normal es que las cosas sean diferentes a como se podrían plantear fácilmente en la teoría, es curioso, pero si te paras a pensarlo, es verdad.
¿Dónde se puede definir claramente que es una ideología de izquierda y otra de derecha? En ninguna parte, porque existen matices, existen extremos, en definitiva, no existe la absoluta izquierda ni la absoluta derecha, gracias a Dios.
Tampoco se puede definir que es el bien y que es el mal, que es bueno y que es malo, y esta pregunta la venimos intentando contestar desde que el hombre es hombre y se busca el mismo sus problemas. Podría decirse que el bien es la idea del que triunfa frente a la idea del que fracasa, que es el mal, pero eso podría ser injusto, es más, muchas veces lo ha sido, de modo que no nos vale tal delimitación. Podría decirse que el bien es el sentimiento más noble que puede desprenderse del alma humana pero claro… ¿alma?, ¿nobleza? Esos términos son complicados de definir, y los usamos para definir un término todavía más complejo, entonces todo lo que digamos es un error, o una verdad a medias, ¿no? Por eso no podemos decir que está bien y que está mal, aunque en ocasiones sí que exista la decisión correcta y la errónea, que no tienen por qué ser la buena y la mala, pongo un ejemplo.
Un hombre que tras muchos años buscando el trabajo de sus sueños lo encuentra, pero lejos de su tierra, esa tierra a la que ama y en la que ha vivido toda su vida, ¿qué es lo correcto? Marcharse lejos a tratar de cumplir su sueño aunque a costa de dejar su vida actual o quedarse y perder así quizás una oportunidad única. Lo correcto quizás sea lo primero, pero puede ser erróneo si algo no sale bien, y lo mismo podría decirse de la segunda opción. Entonces, ¿qué es lo bueno y que es lo malo? Nunca se sabrá, porque sólo podemos decir una cosa definitiva del bien y el mal, sólo pueden definirse una vez que se ha vivido la experiencia, antes, tratar de predecirlo o de encasillar un instante en uno u otro lado del “karma” es un error…o no, ¿quién sabe?
Todo esto podría llevarme días contándolo, porque existen miles de ejemplos que lo mejor que puedo hacer es recomendarte que los hagas tú mismo, así te darás cuenta, pero ahora voy a lo que de verdad quería tratar, a la que para mí es la línea de separación más complicada de establecer, aquella a la que a veces necesitas recurrir planteándote a ti mismo tus dudas para ver qué hacer, esa no es otra que la línea que separa la amistad del amor.
Amistad entendida como uno de los sentimientos más importantes que un hombre puede tener en su vida, pues la verdadera amistad es aquella que sabes que tienes en muy pequeñas cantidades y que te configura a ti mismo como lo que eres realmente. Amistad como un cariño enorme hacia una persona en quién serías capaz de confiar cosas que a los demás ni le plantearías, esa es la amistad de la que hablo aquí.
Y amor, amos de ese que va más allá de un te quiero en un sms, ese que realmente sientes como una necesidad imperiosa de estar cerca de alguien, de dedicarte en cuerpo y alma a una relación que marca los momentos en los que eres feliz y en los que no lo eres. Amor como un impulso que te puede permitir no sólo cambiar el mundo, sino cambiarte a ti mismo. Puedes pasarte años sin sentir amor y de repente sentirlo sin conseguir demasiadas explicaciones, puedes querer de verdad a una única persona, o a varias, no es una cuestión de cantidad ni de límites, sino de ser capaz de imaginar que sientes algo que no puede describirse de ninguna de las maneras.
Podría parecer que los dos sentimientos son diferentes, que están claramente separados, pero a veces, es más, diría que en muchas ocasiones hasta que estableces tus propios sentimientos esos dos sentimientos se pueden confundir, porque los dos son demasiado grandes como para poder establecer sus límites con algo que sea tangible, como las palabras.
Estar junto a un amigo tras muchos días de distancia, ya sea emocional o real, es algo tan grande, tan complicado y maravilloso de sentir que puede producir confusión porque quizás sea que hay algo más que amistad o puede que simplemente, tras tanto tiempo deseándolo, magnifiques unos sentimientos que realmente son grandes, pero no tan grandes como para ser llamados amor.
Confiar en alguien ciegamente puede ser amor o amistad, pero ser capaz de demostrar que realmente confías en alguien quizás sea un paso más allá de la amistad.
Todo puede ser confusión, porque existen muchas ocasiones en que uno mismo no quiere definir términos, prefiere vivir con esa duda que te regocija pensando que tienes algo más, porque el hombre es el más avaro de los animales, y teniendo algo tan valioso como la amistad es capaz de estropearlo con unas dudas que lleven a que en lugar del amor, todo termine saliendo mal.
Ese es el hombre que necesita ayuda, esa es la persona que necesita que su amigo de un paso al frente, porque todo esto es cosa de dos, y quizás la respuesta que uno busca y no encuentra la tenga su otra mitad, aquella que le permita dar el paso acertado o al menos, el paso que necesitaba saber para envalentonarse y tomar una decisión.
Ya está, ya me he cansado, ya no escribiré más sobre esto, porque ahora ya toda palabra que escribo me hace dudar y pensar que quizás no sea la correcta, porque estoy intentando encerrar en palabras algo que ni siquiera un sentimiento puede definir, su propia esencia, por eso dejaré una pregunta en el aire, un resumen de estas casi 1100 palabras.
¿Dónde acaban las ganas de abrazar y empiezan las ganas de besar?

4 comentarios:

  1. Es una linea muy delgada lo que nos divide de una cosa y la otra... pero seria un cmabio muy grande ir de un lugar al otro...
    Las ganas de abrazar nunca desaparecen siempre estar ahi... las ganas de besar puede aparecer... a veces da miedo que aparezca pero a veces es inevitable... no hay una linea exacta para eso seño Almenara

    bssss Sara

    PD: Me ha gustado muchisimo

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  2. ultima frase apoteosica!!!!!!

    me gusto y mucho, y sabes que soy bastante exigente...felicidades amigo :)

    angela

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  3. me gustaria poder decir algo y opinar pero tu ya sabes todo lo que yo siento y pienso sobre todo esto, sabes que para mí no hay una linea divisoria solo hay que saber demostrar el amor de distinta forma aunque este sea igual para varias personas...

    te quiero mucho H :P y me ha encantado

    Melania

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  4. Cabesa... esto es más rebuscado que el final de Lost...

    Pero sí, me ha gustado. Lo cierto es que tanto la amistad como el amor ya son bastante complicadas por sí solas como para ahora encima establecer separaciones y diferencias universales. Yo creo que es algo que se siente, que uno sabe cuando pasa tiempo con esa persona... y hay veces que lo mejor es intentarlo (dijo la sartén al cazo...).

    Te quiero mucho, Fran!
    Gracias por estar siempre ahí. Gracias

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