25 de noviembre de 2011

Lo lamento por lo francés, pero me apetece llorar sangre

Los golpes en el piano suenan mucho más poéticos si encima te subes encima de él y tarareas. Ni siquiera letras, palabras, simplemente sonido. Esa escena en que se nos ve tan peliculeros es tan irreal que apenas me creo que si quisiésemos pudiese llegar a pasar.
No le hablo a nadie en particular, pero la parte de mi puzzle que dice que se podría hablar de mandos de la play que tienen su lado nostálgico está ahora casi dormida. Miro al lado, y la veo tumbada en la almohada, ese enorme pedazo de mi alma que es casi buena.

Espera, espera, que me estoy perdiendo, veamos, teoría de la informaci... Pro Evolution Soccer... mi vida en ES significa que se apagan las luces y todavía me mantengo en pie, con miedo a tropezar, porque mi habitación, esos pares de pares de zapatos, esos calcetines casi sucios y esas perchas sin usar...Resulta difícil llegar a la cama, aunque está pegada a mí.
Es la canción que no suena, que simplemente se tararea, la conoces, sabes de que va y que te dice, pero de ahí a que le pongas letras, obstáculos, falta de luz, mogollón de tonterías, aunque...merece la pena.

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