13 de julio de 2011

A seis horas de tí

Cansado de andar, preocupado por lo que pueda venir, que realmente ya lo he vivido y no debía preocuparme. Planeando como divertirme sin parecer que me divierto, y como descansar sin parar de un instante. Viviendo hasta el último día una aventura de pie izquierdo, ¿y sabes qué es lo mejor? Que aunque esté a seis horas de tí, a miles de kilómetros, me he acordado de tí cuando he pasado calor, cuando me he tomado una caña, cuando he pedido un montadito, cuando he tenido que almorzar solo, incluso cuando hablaba con una profesora de autoescuela desconocida.
Estoy a seis horas de ese paseo tras la cena que ahora no puedo permitirme. Estoy muy lejos de cruzarme contigo por casualidad, o de esperarte...
Te contaré un secreto tontorrón, ¿vale? Siempre que he quedado contigo en tu casa, me he ocultado del timbre, no sé por qué, es como no pisar el primer escalón de las escaleras, una costumbre tonta...y si me falta, pues me falta algo.
Te contaré una obviedad ahora. Sabes que el tiempo pasa volando, sabes que tengo amigos, y colegas, y familia, y esas cosas, y luego, te tengo a tí, y me libro de definirte, me limito a disfrutar. Creo que tú eso lo sientes igual, y creo que la gente lo sabe, por eso es una obviedad, pero quería recordártelo, porque es una tontería, pero es algo enorme.
Al empezar a escribir esto tenía otras ideas en la cabeza, pero bueno, no ha quedado como lo planeé, pero me gusta.
Haría planes contigo, para cuando vuelvas, pero me los voy a ahorrar, simplemente te comeré, ¿va?

1 comentario:

  1. Sí señor! Que de contenido en tan pocas líneas. Enhorabuena amigo

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