Pues le contaba yo el otro día a mis planes que se iban a torcer, que planeaba una jugada maestra para alcanzar la casualidad suficiente como para enfadarme otra vez.
…
Y así me quedé. ¿Te sorprende? Pues eso, que un día de estos no lo vas a ver, no lo vas a notar, no lo vas a querer, no vas a imaginarlo, ni lo podrás detener, un día de estos, habrás caído en mi red.
Tu pregunta es: ¿para bien?
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