Risa. Reir siempre. Entrecejo fruncido. Nunca me disgusto esa expresión, es tan literaria y al tiempo tan literal. Escribir y sentirte bien. Trabajar, que agotador. Mas no es mal sabor.
Inventar, diseñar un buen plan, trazar, tararear y ver música. ¿Imaginar algo? Veamos, un espejo, decenas de perchas y un par de horas en que perder el tiempo de dulce manera.
Mirarte, sonreir. ¡Qué ricura! ¿Y quién me ve mal? ¿Me importa? ¿No me importa? Realmente...me da igual. Estar sola es lo que dicen que está mal, pero claro, hay tantas cosas que de fuera me quieren soplar...
Pues realmente, me afectan los golpes, es cuestión de humanidad, pero luego lo pienso y no solo me da igual, me gusta, es una buena señal.
No pienso dejar mi mundo indiferente, porque eso si que sería fatal.
Es todo tan imperfecto, como si hoy mejor no haberse escapado de la cama, pero realmente, un día es un día, vivido como el que más. ¿Mañana? Mañana, el tiempo dirá.
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