1 de octubre de 2010

Quizás sea el día...

Uno de Octubre, día redondo para volver, ¿no?
¿Y con qué vuelvo?
Puedo volver contigo, por favor, te lo suplico, dejame volver contigo, dejame apagar y despertarme mañana como si nada hubiese pasado, ¿vale?
¿Me dejas mirarte a los ojos una última vez? Sabré así que me mientes... diciéndome la verdad, digo.

Vivir al filo del precipicio está muy bien pero, no sé, vivir entra la espada y la pared es más jodido, sin lugar a dudas, porque al final del pricipicio no hay nada, pero en la espada...o en la pared, siempre perderás cosas, pero no, que va, eso es lo bueno que tengo, que puedo apostar por todo...
Porque en ocasiones, lanzas a cara o cruz, sabiendo que va a salir cruz o cruz, y sale cruz, y bueno, podría ser mejor, pero mejor pensar que podría ser peor, ¿no?
Dejame pasearme, dejame escucharme, dejame aprender a escuchar, dejame descubrirme, dejame fallar, dejame decidir, por favor, TIEMPO, dejame en paz un rato, ¿no?
 Fortuna tengo, y como fortuna soy, desgracia me toca también, no hay bien sin mal, ni luz sin oscuridad...

La función, y esto es lo mejor de todo, acaba de empezar...

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