8 de octubre de 2010

Cinco minutos...

Sólo cinco minutos, no hace falta más, a veces hace falta mucho menos...
Condenar a un hombre por una mala acción es muy fácil, salvarlo por mil buenas acciones, es algo más complicado...pero, ¿qué es lo justo?
Justicia es verdad, verdad es daño, y daño, daño es el problema, y,¿cómo se soluciona el problema? Con mentiras... y las mentiras son injusticias, y al final, es daño, y al final, volvemos al problema, dichosa solución, que no aparece sino cuando debe...
Y extremizar no es bueno, y en caliente, todavía es peor, y dejar enfriar, puede ser peor, acentúa los daños a la larga, y al final, ni salida, ni nada... y todo, absolutamente todo, a veces pasa en cinco minutos...
Yo necesito cinco minutos de magia para salvar días de magia, ¿por qué? Por que no existe nada irrompible, ni tampoco eterno, al final, las decisiones, pueden no pensarse, simplemente, aparecer en otros cinco minutos...
Yo, personalmente, creo que, por impulsos se mueve la gente, cuando tengas ese impulso de hacer algo que cinco minutos antes te parecía una gilipollez, hazlo, y te equivocarás, o no... sólo lo sabremos más tarde... puede que un poco más tarde de la cuenta, pero luego, al fin y al cabo, todo volverá a empezar...

2 comentarios: