Y dame un instante, dame una sospecha, un par de minutos, un susurro, un guiño y simplemente, tendré el mundo... tengo ese poder, todos lo tenemos, en mayor o menor medida, todos creamos, todos hacemos nuestro un mundo diferente, ¿o el mundo nos hace suyo? No lo sé, pero ese poder, esa enorme fuerza capaz de llegar mucho más lejos que la vida real tiene un nombre muy muy conocido... Imaginación...
Y escuchas tres palabras tan dispares como noche, libros y pasado y podría imaginarme a un monje benedictino de finales del siglo X, que a la luz de una vela sigue imaginando todo lo que reescribe en pergaminos, y se atormenta, por darse cuenta de que su mundo, el que tiene que vivir, no es nada en comparación con el que otros, siglos atrás, llegaron a imaginar y construir...
O quizás te venga a la memoria ese primer amor, ese que te hacía coger tu diario cuando todavía no tenías conocimiento de la vida real, esa que aunque más cruel, es mucho más maravillosa, pues sí, ese chic@ que hacía desear las estrellas y la luna en una escena de película en que, con una suavidad absoluta, se da el primer beso... resulta increible...
Es la imaginación mi mayor arma, y tu mayor arma, aunque todavía no lo sepas, ahora bien... no es oro todo lo que reluce, ni toda arma es absolutamente segura, es más, estamos ante un arma de doble filo...
Nada te puede torturar en mayor medida que tu imaginación, que ese mero instante en que supones algo que no desearías ni aunque no hubiese otra alternativa...
Nada puede engañarte más, ni el mayor de los actores puede ocultarte mejor una verdad que tu imaginación cuando ella se lo propone, porque, algo tienes que saber, algo tengo que aprender yo mismo... la imaginación no es parte de uno mismo como lo son el resto de los sentimientos, la imaginación, por su naturaleza, va más allá, y no se puede controlar...
Yo, particularmente, opto por enterrar el miedo a lo desconocido que me muestra la imaginación, será que me gusta el riesgo, pero lo digo aquí, si no existiese la imaginación en este mundo, habría que invantarla para reescribir el mundo una y otra vez...
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