26 de junio de 2012

Ni ahora ni pensado

Me aburre la película, ¿a quién pretendo engañar? Me cruzo de piernas, me hago el interesante, te pellizco un poquito y me miras, porque tú con la peli si que estabas embobá.
Carraspeo, empiezo a temblar suavemente, de forma que no lo puedas notar, los nervios a flor de piel, me toca confesar como un miedica, aunque no es así, la verdad.
Me miras, te preocupa que no te deje de mirar, ya no es sólo curiosidad, sabes que algo importante te voy a decir, porque ya hemos pasado por esto antes, y siempre es igual, igual de diferente, quiero decir.
Uhmm...
-Me gustas, de gustarme de verdad, no de que seas mi mejor amiga, ni de que me encantas y tal, me gustas de que me apetece compartir diciembre contigo y mi sofá, me gustas de cambiar mi estilo de vida si a cambio compartimos denominación par, es un te quiero diferente a los demás, de esos que no se conforman con el abrazo, que lo que te quiero es besar. Tenía que decirlo, no me quedaba otra que decirlo para ver si dudar o no dudar era producto del silencio o de que me gustas de verdad. No hace falta que te muevas, ni que parpadees o respondas, no ahora, no hace falta nada, la verdad, simplemente está ahí, nada cambiará si no lo cambias tú, pero si te lo planteas, si te gusto del mismo modo que tú a mi, avísame, por si acaso nos atrevemos a hacer esto funcionar, ¿va?
Pues eso, dale al play, que habrá que ver la peli terminar.

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