26 de junio de 2012

Ni ahora ni pensado

Me aburre la película, ¿a quién pretendo engañar? Me cruzo de piernas, me hago el interesante, te pellizco un poquito y me miras, porque tú con la peli si que estabas embobá.
Carraspeo, empiezo a temblar suavemente, de forma que no lo puedas notar, los nervios a flor de piel, me toca confesar como un miedica, aunque no es así, la verdad.
Me miras, te preocupa que no te deje de mirar, ya no es sólo curiosidad, sabes que algo importante te voy a decir, porque ya hemos pasado por esto antes, y siempre es igual, igual de diferente, quiero decir.
Uhmm...
-Me gustas, de gustarme de verdad, no de que seas mi mejor amiga, ni de que me encantas y tal, me gustas de que me apetece compartir diciembre contigo y mi sofá, me gustas de cambiar mi estilo de vida si a cambio compartimos denominación par, es un te quiero diferente a los demás, de esos que no se conforman con el abrazo, que lo que te quiero es besar. Tenía que decirlo, no me quedaba otra que decirlo para ver si dudar o no dudar era producto del silencio o de que me gustas de verdad. No hace falta que te muevas, ni que parpadees o respondas, no ahora, no hace falta nada, la verdad, simplemente está ahí, nada cambiará si no lo cambias tú, pero si te lo planteas, si te gusto del mismo modo que tú a mi, avísame, por si acaso nos atrevemos a hacer esto funcionar, ¿va?
Pues eso, dale al play, que habrá que ver la peli terminar.

Chapuzón

Agotado, fundido, derrotado, rendido. Se acaba un curso, otro más, y no me queda otra que tirarme a una piscina, con trozos de cesped en los pies y gritar, gritar en el salto, en la caída, en el momento especial e irrepetible que supone ese primer contacto de la piscina con la piel.
Y llega el verano, y el grito se silencia bajo el agua, pero no acaba, sino que se vuelve enorme, estruendoso, porque sólo lo escucharé yo, tú ni imaginarás que realmente me encuentro tan perdido que sólo cerrando los ojos encuentro un poco el camino.
Dando tumbos he completado ya seis meses de otro año que empezó en una Nochevieja que recuerdo como si fuese ayer porque de aquellas aguas turbias vienen ahora mis problemas. Quizás una decisión tras otra me haya llevado hasta donde estoy, pero algo es seguro, había que llegar a ese mes, irremediablemente, y el sentimiento, eligiese lo que eligiese, probablemente fuese el de estar perdido.
¿Y es malo eso? Personalmente, prefiero pensar que eso simplemente es natural, lo lógico, porque quizás, y sólo quizás, ande buscando algo que siempre está mucho más cerca, mientras tanto, salir de la piscina, respirar y con ganas de volver a saltar.

15 de junio de 2012

Cómo por ejemplo, el bádminton

Tal día como hoy hace un año faltaba un año para que fuese tal día como hoy, hoy.
Has visto, echaba de menos decir una tontería, y una vez dicha, dicha queda. Ahora voy a la verdad.
Echo últimamente muchas cosas de menos, y hoy, leyendo una tontería, me he acordado de una cosa que hace muchísimo que no hago y que me apetece enormemente.
Tengo en una esquina de la habitación una raqueta de bádminton, un regalo de Reyes Magos que está cogiendo polvo porque no tengo tiempo, nunca, me he vuelto un experto en perderlo a raudales y no hay manera de que encuentre con quién jugar, es triste, pero no sé, me apetecería simplemente pasarme un par de horas sudando y jugando a tope al juego del volante o pluma, ¿tanto pido? Pues me da que si.
No he dicho nada, pero era de estas cosas, que para los demás, de puertas para fuera, son tonterías, pero hace falta decirlas, o rompen la puerta. Cómo el agua que se acumula en un baño, que más te vale que no se encharque, sino, tropezarás, por suerte, ¡los pomos están inventados!Aunque yo no encuentro pareja...de bádminton, claro

6 de junio de 2012

Paso a paso

Lo guapísima que es una chica es directamente proporcional a las ganas que tenga el chico de verla sonreir...
Pasan un par de días y yo cuando te veo andas más cerca de ser un ángel que una chica corriente, porque  aunque es imposible que se me olviden tus ojos, me parece que no puedo vivir sin ellos...
Uno de mis pasatiempos preferidos es tumbarme en el sofá sin ti y pararme a pensar en encontrar una palabra que te describa, que sea capaz de ponerse delante tuya y sea como un espejo, y se pasan las horas, y no la encuentro, y eso te hace más especial que cualquier vestido corto o cualquier foto retocada.
Algunas no lo entienden, ningún chico lo entenderá, pero saber que existe gente como tú es lo que hace que el sol salga por la mañana, al menos para algunos.
Pero es que da igual, dar vueltas o comentar mil tonterías, al final todo se reduce a lo mismo, ¿que si te quiero? ¿que si me gustas?
No te voy a decir que si, prefiero acercarme a ti, hacer como que te beso, pasarme los labios, llegar a tu oreja y darte un pequeño mordisco, ¿lo has oído? es el ruido que hace el decirte que me tienes loco...

5 de junio de 2012

Calor

Es cuestión de confianza, y de tener un poco de imaginación.
Yo quiero simplemente sentarme, cómodamente, apagar la luz, que entre por la ventana lo justo para ver los ojos, y poco más...bueno, sinceramente, quiero ver un poquito más de las sombras, todo lo que seas tú querré verlo.
Una vez así, te quiero en el salón, pasando calor, que te acerques a mi, que me escuches decirte lo mucho que me gustas, y que te sonrías, le eches maldad y hagas como que me besas...pero te me vuelves a alejar.
Verte alejarte, mover las caderas, no sé si lo haces con maldad o simplemente es naturaleza, pero ¡madre mía! mi corazón va a estallar.
Y frente a mi te quedas mirando, como esperándome a parpadear, y se me escapa el parpadeo, y te empiezas a mover, tus manos van a tu camisa, que antes de resistirse, acaba en el suelo.
¡Dios, que sufrimiento celestial!
Imagino que ahora tu falda debe molestarte, y tú me lees el pensamiento, porque te la empiezas a bajar, y cuando acaba en tus tobillos, bendita suerte la mía, empiezo a ver que eres de verdad.
No sé cómo aguantas la tensión, porque yo voy a destrozar el sofá, y más cuando escucho ¡click! ¿qué te acabas de quitar? Me lo imagino, abro de nuevo los ojos y flipo, y ya...
Otros ojos no van a mirar, te chiflo, te sonrojas, te alegras de que Dios exista (si alguien te ve creerá en él) y te acercas lentamente, pero sin parar, paraliza el momento en el aire, instantes antes de quitarme el aire, se me escapa una tontería, una niñez propia de los nervios...
¡¿me dejas quitártelas yo?te prometo que no usaré las manos...!

2 de junio de 2012

Un par de perlitas


Venga, soltar a las tres de la mañana un par de perlitas tontorronas, de esas que te amodorran, que las lees meses después y te avergüenzan, de aquellas tan necesarias cuando ves que o las sueltas o revientas.
Cómo romper a llorar, supongamos que rompemos a escribir, que lo que ahora lees realmente no tiene importancia si tú no se la das, que lo que ahora lees a partir de ahora puede cambiarse palabra por palabra a lo que tú quieres escuchar. Eres tú quién lee, ¿qué mínimo que decidir lo que piensas creer, escuchar, llama X a aquello que al final es interpretar?
Supongo que habrá maestros, que habrá gente que le pone afán, que la virtud de lo escrito está en decir algo sin pretender decir mucho más, en que se note sencillo, sea sencillo y grite a voces algo que es tremendamente difícil de explicar, ¡ay quién tuviera tal virtud! Mi envidia malsana provoca, la verdad.
Pero como no era eso a por lo que vine a hablar, ni por lo que llegaste a leer, soltar el par de perlitas, las dos tonterías que nunca están de más:
No te canses nunca de reir, porque de llorar sí que te vas a cansar.
No pienses que algo se acaba, piensa que algo empieza, porque realmente sólo hay un final, el resto, es una carrera, un…”no parar”.

No es una prueba más


Quiero pensar que esto tiene un valor por lo que sucede, no por lo que vale para un futuro, quiero eliminar la palabra prueba de la ecuación, hacer sencillo lo difícil, asumir que despedirse, como nacer, es tan sencillo que uno lo hace por naturaleza…
Una de las pocas cosas que hacemos por naturaleza, además; cómo ese llorar de pequeños, y luego más tarde, de adultos, para reflejar lo que pasa por nuestra cabeza, por nuestro corazón, por…bueno, depende de en qué quieras dividirte, ¿no?
Y buscar la vida fuera, en la absurdez del sueño que aparece mirando al cielo, y no descubrir el poder que tiene la levadura, o la asombrosa explicación de la espuma de una buena cerveza. Pequeñas cosas, grandes explicaciones, la sencillez nunca será lo suficientemente valorada, por eso mismo es sencilla, supongo.
El feliz, el insensato, la ingrata, el desdichado, la virtuosa, la tolerante, el indiferente, el atrevido, cualquiera de aquellos que dijeron trazar su senda, acabaron desembocando en la misma posada, ¿realmente importa lo que caminas?
Deberíamos creer que sí, porque si no, todo vale, y al fin y al cabo, esto no es una prueba, pero tiene sus reglas, aunque… ¿te apetece romperlas?
Sé sincero contigo mismo, como a todos, las reglas, dices, están para romperlas…