12 de enero de 2012

Que no importa lo repetido

http://www.youtube.com/watch?v=W3rKyxvwF90

El sudor en la frente hace que te sientas más vivo, completamente vivo. 
Justo antes de que todo se acabe, de que cierres los ojos y te repitas a ti mismo que no quieres despertarte cuando te duermas, todo ese calor que te consumía acaba por explotar...
Tienes los ojos cerrados y es cuando más vivos ves los colores, porque no te limitas a verlos, los puedes imaginar, soñarlos, dibujarlos, ponerlos donde te de la gana, para eso están donde están, dentro de ti.
Despacito se acompasa la respiración, muy suavemente se va la tensión de los dedos y descubres que puedes no sentir lo que tocas si dejas de darle importancia a lo material...
Parece que todo se apaga, pero justo entonces.
...
Estás vivo, joder, en un momento perfecto de tu vida, el presente, esa realidad que sólo tú puedes cambiar, esa incomprensible materia prima que fabrica sueños cuando le pones voluntad. Eres la agrupación músicos que tocaban a los pies de San Pedro, eres la partícula vital alrededor de la cual gira un mundo que a veces no parece importar.
Pero importa, y es real, tan real como los sueños pueden serlo, y tan imaginado como te apetezca.
Y grita, con toda tu alma, rasgando tu garganta, partiendo a donde estabas antes...con los ojos cerrados más allá.
El sudor sigue bajando por tu cara, lo pruebas y sabe a sal, te guste o no te guste, te hace sentir vivo y real.

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