Suena en clave de Luna.
Porque la esencia de los sueños, el pesado metal del que están hechos, tiene brillo lunar.
Una pizca de remordimientos, de mentiras piadosas y de miedos que se borran al mirar bajo la cama.
¿Te imaginas que soy tu coco? Me gustaría que me matases a besos...sería una muerte dulce, sería tu susto preferido, me lo han confesado tus sueños.
Llamame cuando no hagan falta las persianas, cuando un triste día toque a su fin, vive conmigo cuando el sol te ciegue, compartamos 24 cuatro horas sin respirar. ¿Imaginas? ¿A qué sabría ese recuerdo años después? Al inimitable sabor que tienen tus manos...
Quiero decirte te quiero de una forma en que no puedas más que llorar.
Porque si esas lágrimas de emoción existiesen. ¿Sabes que ocurriría? Que el te quiero nos uniría, no haría mitad y mitad.
Divididos en esencia, pero unidos en lo fundamental. En ese beso bajo la luna, en ese recuerdo de que los sueños son algo material.
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