Faltan princesas...perdón, digo princesa...falta paciencia, perdón, le robo historia al tiempo.
De ser viento de aquel que se mueve...que tontería, ¿qué es el viento, sino aire que no se detiene?
No estar aquí, por aburrimiento, por cuestión de sinsabores o por mero hastío. Tampoco estar allí, en tal o cuál compañía idealizada, por no renunciar a los principios, a la dignidad, a la historia que pretende uno mismo escribir.
Decidir que se preferirá vivir con el tesoro de la esencia propia que con la compañía del vulgar "amiguismo". Somos diferentes, aunque no lo quieras, pero seguro que aunque no lo veas, acabas cayendo en la cuenta, de que la cuenta difícilmente se queda en una única moneda.
Tú eres la moneda, el pago de esa deuda que es la llegada al final del camino, y tener que compartirla es lo habitual, puede que lo sano, pero ahora me da igual.
Me guarde en el bolsillo el precio de la vida, empecé a echar cuentas y las cuentas no salen, pero eso no significa que no vaya a resolverse la ecuación, aunque para ella haya que romper un par de cristales...
Buscar princesas, sueños o simplemente buscar el trono que a cada cuál le toca poseer en el reino de la vida, no encontrarlo en esta vida...cambiar la vida, antes de que esta acabe sin más, esa es la victoria, el encontrarte antes del final.