Se escuchan unos ruidos al final del pasillo, vecinos tal vez...no, realmente no, son gemidos...placer, pasión, hecha voz, palabras que no se dicen pero que se gritan, el terror de una cama chirriante, el dulce sabor de los besos...
Sudor en pleno enero, sábadas desordenadas que sirven de ropa interior...¿hay algo más sexy que verte enrrollarte las sábanas entre la zona prohibida que va de tu cintura a tus pechos? Siiii, si lo hay, saber que cuando vuelvas, yo podré volver a quitarte tanto recato, tanta ternura tras tanto frenesí...
Porque la noche sigue siendo joven, porque las mañanas nunca fueron un impedimento para seguir jugando a ser mayores, porque me encanta merender fresas en tu cuello, o en tu ombligo...porque sé que te vuelve loca jugar con nata...
-Dios...nos están mirando...¿no?
-¡No!Te equivocas, Dios nos está mirando...y se está muriendo de envidia, así que deja de preocuparte, y no te vayas a despegar, aprovecha mis curvas, que somos pura maldad...
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